
Junto a Cornejo Torino han sido condenados los restantes acusados Edberdo González de la Vega, Carlos Franke y Marcelo Gatto. A los dos primeros el tribunal les impuso la misma pena de trece años de prisión, mientras que al último le correspondió una pena de diez años.
Los hechos por los que Cornejo Torino, González de la Vega, Franke y Gatto fueron condenados ocurrieron el 3 noviembre de 1995, cuando explotó la Fábrica Militar de Rio Tercero, de la cual, el militar salteño era entonces director. La explosión provocó siete muertos, dejó más de 300 heridos y cuantiosos daños materiales.
Según se ha informado oficialmente, el tribunal hará públicos los fundamentos de la sentencia el próximo día 27 de febrero, a las 12.
Segunda condena
A mediados de junio de 2013 el Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº 3 condenó a Jorge Antonio Cornejo Torino a la pena de 4 años y 6 meses de prisión de cumplimiento efectivo, más las accesorias de inhabilitación perpetua para desempeñarse en cualquier fuerza de seguridad, y una de nueve años para el desempeño de otros cargos públicos. Las citadas penas le fueron impuestas por su participación, en calidad de coautor, de un delito de contrabando agravado, reiterado en dos hechos.A la misma pena y por los mismos hechos fue condenado en aquella oportunidad su hermano, Manuel Jorge Cornejo Torino, ex vicerrector de la Universidad Católica de Salta, quien también fue inhabilitado por cinco años para desempeñarse como funcionario o empleado público; por dos años para el ejercicio del comercio, de forma perpetua para el desempeño en las fuerzas de seguridad y por cuatro años para la administración de bienes.
Trama de corrupción
Según el matutino argentino La Nación, tras la explosión de la fábrica militar crecieron las sospechas de que se trataba de una trama de corrupción.Recuerda también que entre 1991 y 1995 el presidente Carlos Menem firmó varios decretos que encubrieron exportaciones irregulares de armas. Parte de ese material -dice La Nación- pasó por la Fábrica Militar de Río Tercero, para su acondicionamiento
Según especula el matutino, la explosión de la fábrica militar fue un intento de borrar pruebas del contrabando de armas del Ejército a Croacia y a Ecuador. La planta cordobesa concentraba -señala el diario- el armamento enviado por el Ejército, que luego se embarcaba en secreto a Croacia.