Podría haberse apoderado hasta de la dentadura postiza, pero en su borrachera, el ciudadano Daniel Dionisio López (39) resolvió desposeer a su expareja de las muletas que en ese momento la mujer utilizaba para ayudarse a caminar.
Por este aberrante acto, el inflexible juez salteño don Diego Rodríguez Pipino ha impuesto a López la pena de un mes de prisión efectiva, tras juzgarlo en audiencia de proceso abreviado y declarar que el hombre cometió un delito de robo simple (aunque las muletas sean dobles) y otro de desobediencia judicial.
El caso es que, a pesar de la poca entidad de esta pena, López, que se hallaba en libertad antes del juicio, deberá pasar dos años en la prisión, ya que Pipino ha dejado sin efecto la condicionalidad de una condena anterior y la ha unificado con esta nueva pena impuesta por robarse las muletas de su exnovia.
Según el portavoz de prensa del Poder Judicial salteño, la víctima se desplazaba por la vía pública asistida de un par de muletas, «por un problema en el tobillo» cuya gravedad no se ha informado. En ese momento fue interceptada por López, que se encontraba en estado de ebriedad. El hombre la invitó a su casa, y ante la negativa de la mujer, la golpeó y le robó las muletas, pero fue detenido al intentar darse a la fuga.
Por los golpes no parece ni haber sido denunciado, según se desprende del parte oficial.
López había sido condenado anteriormente por hechos de violencia familiar contra la misma víctima, su expareja.