
Las tres magistradas que integran la Sala III del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta han condenado al ciudadano Sergio Sebastián Lombardero Salas (31) a la pena de prisión perpetua, tras hallarlo culpable de haber matado al cambista Felipe Torres, la tarde del 5 de enero de 2017.
Según la sentencia, el delito cometido por Lombardero Salas ha sido calificado jurídicamente por el tribunal como homicidio agravado por alevosía y haberse cometido criminis causæ.
La misma sentencia condena a la ciudadana Micaela Andrea Tobío (22) -entonces pareja de Lombardero- a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional, por un delito de encubrimiento agravado.
Las señoras Norma Beatriz Vera, Carolina Sanguedolce y María Gabriela González, integrantes del tribunal juzgador, han ordenado que el principal condenado sea sometido de forma inmediata a tratamiento psicológico, y que los funcionarios de prisiones extremen las medidas de cuidado y vigilancia sobre el condenado para resguardar su integridad física y psicológica.
Por orden del tribunal, al condenado le serán extraídas muestras de su ADN, que serán incorporadas al banco de datos genéticos.
A cambio de no ingresar en prisión, la joven Tobío deberá fijar domicilio y mantenerlo actualizado, así como someterse al cuidado del patronato de presos y liberados, abstenerse de abusar de bebidas alcohólicas y de usar estupefacientes, continuar sus estudios universitarios y acreditarlo mediante la presentación de constancias semestrales ante el citado patronato y someterse a tratamiento psicológico previa indicación de un profesional idóneo sobre su necesidad y eficacia.
Según informa el portavoz de prensa del Poder Judicial de Salta, Lombardero Salas y Tobío tuvieron activa participación en el hecho ocurrido el 5 de enero de 2017. Aquel día -recuerda el portavoz judicial- el 911 recibió una llamada telefónica avisando del hallazgo del cuerpo sin vida de una persona en el interior de una oficina ubicada en la calle España 618 de la ciudad de Salta. La víctima fue posteriormente identificada como Felipe Torres, quien se dedicaba a la compraventa de moneda extranjera.
Las cámaras de seguridad ubicadas en la vía pública y en entidades bancarias de la zona revelaron la presencia de Lombardero Salas en el lugar del hecho. Los vídeos lo muestran merodeando y accediendo al edificio en el que luego fue hallado el cuerpo de Torres. También se lo ve retirarse presurosamente del lugar, portando un bolso y con vestimenta distinta a la que llevaba al entrar. Informes de peritos determinaron además la presencia de ADN de la víctima en el calzado del Lombardero.
Micaela Andrea Tobío fue acusada de haber acompañado a su pareja a deshacerse de algunas prendas de vestir y de haber realizado operaciones cambiarias con el dinero robado.