
A pocas semanas de que su padre fuese condenado a prisión perpetua por el asesinato de la joven Andrea Neri, el ciudadano Gabriel Armando Herrera, de 21 años, ha sido condenado a la pena de 13 años y cuatro meses de prisión efectiva, por varios delitos.
La señora María Victoria Montoya Quiroga, juez de la Sala I del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta le ha encontrado culpable de cuatro delitos de amenazas, otro de daños y maltrato animal, violación de domicilio, coacción, lesiones leves agravadas por la relación de pareja y el género, tentativa de homicidio triplemente calificado (por la relación de pareja, el género y el uso de arma de fuego) y portación ilegal de arma de fuego de uso civil. Pocos casilleros del Código Penal le ha faltado llenar al joven Herrera.
A pesar de la cantidad de delitos de los que fue declarado culpable, Montoya Quiroga absolvió a «Chiretito» de tres delitos de amenazas, ya que el fiscal retiró la acusación al formular sus conclusiones, y además se salvó de que la jueza la condenara por otros delitos supuestamente cometidos cuando era menor de edad.
En efecto, la señora Montoya Quiroga se declaró incompetente para enjuiciar los demás delitos por los que Herrera hijo llegó requerido a juicio, por entender que el acusado era menor al momento de los hechos. En consecuencia, la jueza ha ordenado pasar el tanto a la Fiscalía de Menores que por turno corresponda.
Por último, la magistrada ha ordenado que Herrera sea sometido a la extracción de material biológico para que su ADN sea incluido en el registro correspondiente.