
El juez señor Martín Fernando Pérez, miembro de la Primera Sala I del Tribunal de Juicio de juicio de la ciudad de Salta, ha condenado a una pena de ejecución condicional a un hombre de 48 años, tras acreditarse en el proceso plenario que abusó sexualmente de dos menores de edad, nietas de una mujer que fue su pareja.
El hombre no ingresará efectivamente en prisión, pero durante dos años deberá observar las reglas de conducta usuales para este tipo de condenas: constituir domicilio, abstenerse de abusar del consumo de bebidas alcohólicas, no acercarse a sus víctimas ni a los lugares que ellas frecuenten en un radio de 200 metros y someterse a tratamiento psicológico.
El señor Pérez ha ordenado que se extraiga al condenado material genético para su incorporación al banco de datos genéticos, previa asignación del DUIG por el registro provincial de condenados vinculados a delitos contra las personas y contra la integridad sexual.
Según el portavoz de prensa del Poder Judicial, el hombre condenado había tenido una relación sentimental con la abuela de las niñas abusadas. La madre de una de ellas denunció que su hija había sido sometida a tocamientos impúdicos por parte del avieso novio de la abuela.
El mismo portavoz indica que los hechos enjuiciados ocurrieron en la casa del padre de la menor, quien la llevaba por las noches para cuidarla mientras la denunciante –de quien está separado- iba a estudiar.
El caso es que el condenado también estaba separado de la abuela de las niñas, pero seguía visitando asiduamente a la familia, y, por lo que se ve, no con intenciones muy decentes que digamos.