El juez don Ángel Amadeo Longarte, integrante de la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, ha condenado al ciudadano Federico Amaya (31) a la pena de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional.
El magistrado lo ha encontrado culpable de los delitos de coacción, amenazas, lesiones leves agravadas por la relación de pareja previa y por el género, agresión con arma impropia y desobediencia judicial.
El juez ha impuesto a Amaya las siguientes reglas de conducta por el tiempo que dure la condena: fijar domicilio y comunicar todo cambio al tribunal, no ejercer actos de violencia física y psíquica en contra de la denunciante, abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de las bebidas alcohólicas y abstenerse de acudir al domicilio de la víctima.
Estas reglas podrán ser modificadas por el tribunal según resulte conveniente al caso.
Si el condenado incumpliese con alguna, el tribunal podrá disponer que no se compute como plazo de cumplimiento todo o parte del tiempo transcurrido hasta ese momento. Si el condenado persistiese en su actitud, el tribunal podrá revocar la condicionalidad de la condena y en tal caso ingresará en prisión para cumplir la totalidad de la pena.
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