La magistrada Sandra Cristina Bonari Valdés, integrante de la Segunda Sala del Tribunal de Juicio de la ciudad de Tartagal será designada por el Gobernador de la Provincia de Salta para ocupar el cargo de jueza de la Corte de Justicia, que se encuentra vacante desde comienzos de este mes de agosto a raíz de la caducidad del término constitucional del juez Guillermo Félix Díaz.
Bonari es una magistrada del Poder Judicial salteño por designación del gobierno de Urtubey. Con anterioridad desempeñó el cargo de directora del Ente Regulador de los Servicios Públicos de Salta. Al igual que lo que ocurre con varios de sus futuros colegas de tribunal, su carrera judicial se ha desarrollado en el orden jurisdiccional de lo penal.
Con independencia de sus cualidades profesionales, Bonari está considerada como una persona de las más estrecha confianza del actual presidente de la Corte de Justicia, Guillermo Catalano. La jueza designada es también madre del juez Luciano Martini, integrante del Tribunal de Impugnación de la ciudad de Salta, uno de los magistrados que al resolver un recurso de casación adquirió notoriedad internacional al condenar a prisión perpetua a Santos Clemente Vera, por el caso de las turistas francesas.
La magistrada propuesta es también hermana del juez de procesos ejecutivos civiles Sergio Bonari Valdés y pariente por afinidad del también juez Marcelo Ramón Domínguez, integrante de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Salta.
La confirmación de esta designación -sorprendente, para algunos- ha sido efectuada por un medio de prensa afín al gobierno provincial, por lo que el mundillo judicial ha interpretado rápidamente que se trata de una confirmación oficial.
Se acallan así, al menos por el momento, los rumores que hablaban de que el gobernador Urtubey iba a designar para este importante cargo a mujeres con un alto perfil político y una señalada proximidad con su gobierno. Ello no obstante, se espera que la designación de Bonari desencadene un proceso de requilibrio en la relación entre los magistrados de la Corte y una reconfiguración de la mayoría.
Ahora la señora Bonari deberá someterse al «procedimiento participativo» instituido unilateralmente por el Gobernador de la Provincia mediante decreto. Los ciudadanos podrá de este modo dirigir impugnaciones y tachas a la candidata propuesta, aunque se da por hecho de que la mayoría automática con que Urtubey cuenta en el Cámara de Senadores de la Legislatura provincial allanará cualquier dificultad para que Bonari se convierta, en pocas semanas, en la segunda mujer de la Corte de Justicia de Salta. La otra jueza es la señora Graciela Susana Kauffmann de Martinelli.
El máximo tribunal de Justicia de Salta, que consta de siete miembros, estará integrado por cinco jueces hombres y solo dos mujeres.
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