'Tenemos el mayor de los respetos contra todos los extranjeros', dice el juez Longarte

En lo que bien podría calificarse como un acto fallido de profundos significados freudianos, el presidente de la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, don Ángel Amadeo Longarte, ha deslizado en pleno juicio una frase, entre amistosa y hostil, en la que se refiere de forma sutilmente ambigua a los ciudadanos extranjeros que asisten al juicio penal cuyas sesiones él preside.

Durante la sesión de ayer, precisamente, el juez Longarte apercibió a Jean-Michel Bouvier -padre de una de las víctimas- por supuestamente haber entregado un papel a un testigo, que a la postre resultó ser una servilleta para que el declarante se secase las lágrimas.

Visiblemente molesto, el juez trajo a colación un supuesto desplante de Bouvier, de quien dijo que en la sesión anterior había arrojado de mala manera los auriculares con los que sigue la traducción simultánea del juicio. Fue entonces cuando, en nombre del respeto que se le debe a República Argentina y a su larga historia judicial, pidió al abogado Rodríguez Spuch que hable con su cliente: «para que no manifieste diferencias que pueden ser inclusive de nacionalidad».

Una vez apercibido Bouvier por la autoridad judicial de que no puede manifestar diferencias de nacionalidad (lo que supone en consecuencia que debe negar su origen francés y comportarse como si hubiese nacido en Ampascachi), para no dejar dudas acerca del carácter no discriminatorio de su gesto, el juez añadió: «Tenemos el mayor de los respetos contra todos los extranjeros», causando la lógica perplejidad de la sala y de los televidentes.

Lo que no ha sido posible establecer es si el tribunal que preside Longarte tiene el mismo respeto «contra»  todos los nacionales, o si el respeto hacia estos -por aquello de las diferencias nacionales- es, por el contrario, «a favor».

Poco ha faltado para que juez declare la estrecha e imprescriptible fraternidad de los salteños contra todo el género humano, o su más enérgica condena a favor de toda forma de discriminación por razón del origen nacional de las personas.