¿Necesita Güemes más 'recordatorios'?

Probablemente los salteños tenemos jueces, secretarios y funcionarios judiciales amnésicos. De hecho, la última reunión entre la presidenta del Colegio de Psicólogos y el presidente de la Corte de Justicia de Salta parece indicar que algo no funciona muy bien en la complicada psiquis judicial.

Si, efectivamente, esos ciudadanos ejemplares que son nuestros jueces andan un poco flojos de memoria (muchos necesitan de la muleta de los peritos), es razonable que se instale en los pasillos judiciales un óleo 'recordatorio' de Güemes. No vaya a ser cosa de que los jueces, entre tantas injusticias, se olviden de él al momento de dictar sus sentencias.

Pero si algún personaje histórico no necesita recordatorios de ningún tipo en Salta, ese es Güemes, que, por estar, está hasta en las servilletas de la casa de gobierno. Algunos dicen, maliciosamente, que también está en el toilet paper.

Desde el monumento más grande de la ciudad, las calles más prestigiosas, una de las ciudades más importantes de la Provincia, escuelas, colegios, cuarteles, centros de salud, fortines, bibliotecas populares... todo lleva el nombre de Güemes. Y hay retratos, bustos, esculturas (¡y hasta un robot!) para llenar varias veces el futuro Museo de Folklore en la Palúdica.

Buena idea sería instalar un nuevo retrato de Güemes, pero en Marte o en algún sitio tan alejado como este; y no en Salta, en donde ya se conoce al personaje hasta la saciedad.

Tal vez el óleo de la pintora Liliana Savoy tenga algo especial, pues de otro modo la Corte de Justicia no hubiera autorizado que la obra (de 1,33 metros de ancho por 1,53 metros de alto) sea colgada en el hall principal del edificio. Lo mínimo que debe de tener esta importante obra es un poder restaurador de la memoria, de modo que al ver la barba del general tanto magistrados como justiciables se pregunten antes de entrar a las audiencias: «Che, ¿ese de afuera no es Güemes?».

Más gracioso que todo esto es que el Poder Judicial, en su empeño recordatorio, actualice nuestra frágil memoria diciendo que Güemes es héroe nacional «por ley 27758, promulgada por decreto 765/2016».

Tremenda ingenuidad la nuestra, que solo hasta ayer pensábamos que Güemes había adquirido esa dimensión de héroe nacional por su valiente y exitosa defensa de la frontera norte del naciente Estado, y no por una votación trasnochada e interesada de unos señores que mientras reparten heroicidades pretenden aumentarse sus dietas y emolumentos mucho más allá de lo que marca la inflación.