
El servicio de prensa de la Corte de Justicia de la Provincia de Salta ha difundido esta mañana la noticia -escueta, por cierto- de la reunión que han mantenido el presidente del tribunal, Guillermo Catalano, con la presidenta del Colegio de Psicólogos de Salta y su homóloga del Colegio de Graduados en Nutrición.
Como el despacho de prensa es tan breve no se hace mención en él a los motivos de esta reunión a tan alto nivel.
Esta omisión ha motivado que cronistas de nuestro medio sintonizaran Radio Pasillo (una emisora esencial en los parquets judiciales) y encontraran en sus emisiones clandestinas hasta cuatro explicaciones posibles para la reunión:
1) Que el presidente de la Corte desee mejorar el desempeño de los peritos psicólogos que actualmente trabajan para el Poder Judicial, suministrándoles un cóctel a base de anchi y leche planchada, antes de ingresar a la Cámara Gesell.
2) Que el alto tribunal esté preparando una Acordada para incluir el peritaje nutricional en asuntos que afecten a ciudadanos pertenecientes a determinadas comunidades originarias, lo cual no sería de extrañar después de la admisión, sin mayores debates, de los peritos antropólogos en determinados pleitos por posesión inmobiliaria.
3) Que el propio presidente de la Corte, por razones de cintura jurídica, esté necesitando el diseño personalizado de una dieta a base de troncos de apio, avena cocida y cáscaras de huevo, y que antes de zambullirse en el delicado mundo de las bajas calorías, requiera, a modo de medida cautelar, un dictamen psicológico.
4) Que por vía de superintendencia se proyecte obligar a los juzgados inferiores a disponer de kioscos saludables en las salas de espera, cuyos productos sean aconsejados por los diplomados en nutrición y avalados por profesionales psicólogos, para que ninguno de ellos provoque en los testigos alucinaciones con elefantes de color rosa y súbitas pérdidas de memoria.