La jueza Paola Marocco, integrante de la nueva Sala VII del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, ha condenado a un hombre identificado por las iniciales I. V. (45) a una pena de cuatro años y seis meses de prisión de ejecución efectiva. La señora Marocco ha encontrado al acusado culpable de un delito de abuso sexual gravemente ultrajante, en perjuicio de una menor de edad.
Como se recordará, el delito de abuso sexual gravemente ultrajante (artículo 119, segundo párrafo, del Código Penal argentino, es una figura intermedia entre el llamado abuso sexual simple y la violación, que tiene lugar cuando la víctima es menor de trece años (aunque hubiera prestado su consentimiento), o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción, siempre que el agresor tuviera acceso carnal «por cualquier vía», como establece el tercer párrafo del citado artículo.
El delito abuso sexual gravemente ultrajante se consuma, según la ley, «por su duración» o «por las circunstancias de su realización». En ningún caso la norma señala límites o pautas temporales para la conducta agresora ni detalla las circunstancias de la comisión del delito capaces de configurar un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima, por lo que estos extremos quedan, en principio, al libre arbitrio judicial.
La magistrada ha estimado finalmente una medida cautelar solicitada por una de las partes del juicio, consistente en la detención del condenado. En tal sentido ha ordenado que el hombre permanezca alojado en la Alcaidía General de la Provincia, a disposición del tribunal.
I. V. fue denunciado por abusar de su sobrina de nueve años de edad.
Fuente: Poder Judicial de Salta