
El juez ordenó que la imputada continúe en libertad y le impuso las siguientes reglas de conducta: fijar residencia y someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados; prohibición de acercamiento al damnificado y a la denunciante en todos los lugares donde ambos lleven a cabo sus actividades diarias; someterse a un tratamiento psicológico y presentar la constancia correspondiente una vez al mes.
La niñera fue denunciada por la madre del menor y fue condenada por someterlo a tocamientos impúdicos.