
En una comunicación escrita, Reynoso ha salido al paso, con inusual firmeza, de las versiones que dan por probada su participación criminal en una asociación ilícita y ha cuestionado el desempeño de algunos magistrados de la Justicia Federal en la causa en la que se investiga su presunta responsabilidad penal.
En dicha comunicación el Juez Federal de Orán advierte que todas las personas que habían sido detenidas por el Juez Federal Nº 1 de Salta en la causa 11.195/14 han recuperado ya su libertad, lo que -a juicio de Reynoso- representa una clara indicación de la inexistencia de la asociación ilícita que se investiga, así como de la comisión de otros delitos.
«Hay quienes se subieron a la ola de denunciantes, obviamente, con la clara intención de desprestigiarme mediáticamente y lograr, quizá, mi suspensión con miras a una futura destitución», sostiene Reynoso en su comunicación, en la que también afirma que a sus detractores no les importa el desenlace de la causa penal.
En otro pasaje de su comunicación, el Juez Federal de Orán denuncia que un Defensor Oficial, cuyo nombre no ha dado a conocer, pero que obviamente intervino en el acto de declaración de algunas personas relacionadas con la causa, hizo dejación de su deber legal de defensa para presionar o sugerir de forma ilegal a dos testigos (los hermanos Miguel y Alberto Aparicio) con el propósito de «torcer sus declaraciones» y perjudicar a los imputados.
A juicio de Reynoso, la insólita actitud del Defensor Oficial revela la existencia de «un complot judicial» en su contra y la de «una causa fabricada o armada».
Un sindicalista poco educado
Reynoso también carga contra el secretario general del sindicato Unión de Empleados de la Justicia Nacional, el exkirchnerista Julio Piumato, quien lo ha denunciado ante el Consejo de la Magistratura Nacional por acoso laboral a los trabajadores del Juzgado Federal de Orán.El magistrado ha desmentido con rotundidad las informaciones aparecidas en el diario El Tribuno que sostienen que la reunión mantenida por Piumato con los empleados judiciales de Orán fue interferida por el propio titular del Juzgado, quien -según aquella información- habría ejercido presiones y escuchas.
Reynoso sostiene, al contrario, que el sindicalista ingresó al Juzgado en horario de trabajo (aproximadamente a las 12.45 h del pasado día viernes 4) y que sin dirigirse al Juez, ni para saludarlo ni para pedirle el correspondiente permiso, celebró una especie de asamblea a la que Reynoso se presentó, efectivamente, con el solo propósito de saludar al sindicalista (que había omitido saludarlo a él) y para cumplir con su deber de enterarse lo que estaba sucediendo en el Juzgado en esos momentos.
El juez calificó su presencia en la reunión sindical como «fugaz» y negó con énfasis haber ejercido cualquier tipo de presión, siquiera de forma indirecta, bien contra los trabajadores, bien contra el propio sindicalista. Testigos presenciales afirman que la reunión de marras se desarrolló con normalidad, lo que avala en cierto modo la versión del juez Reynoso.
Una visita interesada y mediática
Reynoso sostiene también que es la primera vez desde la inauguración del Juzgado Federal de Orán (hace ya casi 11 años) que el señor Piumato visita la sede física de este tribunal. Cabe destacar que Piumato es secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación desde hace 25 años, por lo menos.En su extensa y razonada comunicación, Reynoso destaca el hecho de que Piumato se preocupara por primera vez en su largo ejercicio como sindicalista de los empleados del Juzgado Federal de Orán.
El juez también se ha quejado de no haber tenido jamás el apoyo y el acompañamiento del sindicato que dirige Piumato, cuando él, de forma reiterada, solicitó en favor de los trabajadores judiciales de Orán el reconocimiento y el pago de las horas extraordinarias y el complemento por zona desfavorable.
Reynoso -quien dice tener documentación que así lo acredita- afirma también haber venido reclamando a las autoridades federales por las condiciones laborales de los empleados de su Juzgado desde hace por lo menos diez años.
También dice el juez que hasta el momento han prestado declaración ante Bavio unos 20 empleados de su juzgado y que todos ellos han afirmado que la convivencia laboral en el Juzgado Federal de Orán «es normal, con trato igualitario, sin presiones ni amenazas y que no existe trato de favor hacia algunos abogados».
Recuerda finalmente el juez Reynoso que los trabajadores que fueron objeto de sanciones disciplinarias fueron sometidos previamente a sumarios administrativos, con pleno respeto del ejercicio del derecho de defensa, y que las resoluciones sancionadoras fueron confirmadas en su día por la Cámara Federal de Apelaciones de Salta. Asimismo, recuerda que la denuncia formulada contra él por un trabajador sancionado fue desestimada, primero por el Consejo de la Magistratura de la Nación, y luego por la Corte Suprema federal.
Por todo lo anterior, el juez Reynoso no ha dudado en calificar al sindicalista Piumato como «oportunista y advenedizo» que solo busca «protagonismo mediático». Términos que seguramente ha empleado también en la denuncia que el magistrado ha interpuesto contra Piumato por un presunto delito de falsa denuncia. Esta presentación se suma a la ya efectuada por el mismo juez contra los fiscales Eduardo Villalba, Diego Iglesias y José Luis Bruno, por las graves irregularidades que vienen cometiendo en el expediente 11.195/14 que tramita el juez Bavio.