
El procedimiento penal que tiene al jugador argentino del Barcelona como principal imputado se encuentra ahora mismo en fase de preparación del juicio oral, por lo que las partes personadas y el fiscal han sido emplazadas por el juez para que, según lo dispone el artículo 780 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, soliciten la apertura del juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimiento de la causa o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias.
En el caso de la fiscal, a pesar de haber sido ésta quien inició el procedimiento, su escrito de acusación se centra en la figura del padre del jugador, ya que considera que Lionel se limitó a seguir las indicaciones de su padre y representante, en quien el jugador dijo confiar “ciega y plenamente”.
Según la fiscal Amado, fue el padre quien se ocupó de “la gestión de los intereses económicos” de Messi antes y después de que el jugador alcanzara la mayoría de edad. El escrito de acusación concluye en que Jorge Horacio es el único “autor”, y que lo es “por inducción”. Por ello solo seis meses de cárcel por cada delito, al aplicarle una atenuante “muy cualificada” de reparación del daño: tras ser imputado, el jugador depositó cinco millones de euros en el Juzgado, que equivale a la cuota defraudada más los intereses.
Todavía no ha sido absuelto
El escrito de la fiscal no supone la absolución de Messi, como han publicado algunos medios de comunicación latinoamericanos. El jugador todavía deberá ser sometido al órgano de enjuiciamiento y responder por la acusación que contra él mantiene la Abogacía del Estado en representación de los intereses de la Hacienda española.A diferencia de la fiscal, el Abogado del Estado sostiene que el jugador tenía conocimiento de los hechos delictivos y voluntad de realizarlos. Si Messi conocía o no que la cesión de sus derechos de imagen era delito se decidirá finalmente en el juicio y después de que practique la prueba correspondiente.
Por el momento, el jugador sabe que cuando le toque sentarse en el banquillo de los acusados, además de su abogado defensor, tendrá a la fiscal de su lado y que, salvo un giro inesperado de los acontecimientos, la acusadora pública mantendrá hasta el final su petición de absolución.