La jueza Liliana Snopek se excusa en el juicio a Levín por 'violencia moral'

Una situación extraña, que no merece ser calificada sino de surrealista, es la que se vive en el Tribunal Oral Federal de Salta, cuya presidenta se ha visto forzada a excusarse en pleno proceso de juzgamiento, a raíz de un incidente (no procesal) producido entre abogados de partes contrarias que involucra a la magistrada.

La secretaria de Derechos Humanos del tribunal, señora Denise Blajean, ha hecho pública la resolución que dispone aceptar la excusación de la magistrada Liliana Snopek y designar en su lugar a Carlos Jiménez Montilla, quien venía desempeñándose en el proceso como «cuarto juez».

De esta manera, el tribunal que juzga por presuntas torturas al empresario Marcos Jacobo Levín y a los expolicías Enrique Cardozo, Víctor Almirón y Víctor Hugo Bocos, quedó integrado por los magistrados Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Federico Santiago Díaz.

Las razones de una excusación inesperada

La piedra del escándalo fueron las acusaciones lanzadas por el letrado de la acusación particular David Leiva, contra su colega René Gómez, quien defiende a los acusados.

Según fuentes periodísticas, el intercambio verbal entre los abogados estuvo a punto de llegar a un enfrentamiento físico entre ambos.

Entre los diversos reproches y descalificaciones de Leiva hacia Gómez figura la supuesta relación de este último con la jueza Liliana Snopek, que habría salido a la luz después de una denuncia formulada en una comisaría por la expareja del abogado Gómez, señora Roxana Rivas, con la que el letrado mantiene un sonoro enfrentamiento en el que no faltan acusaciones de amenazas y de violencia.

La gota que colmó el vaso fue el comentario de Leiva acerca de que Gómez le habría prestado a la jueza Snopek, con anterioridad al juicio, una determinada cantidad de dinero, un extremo que la magistrada ha negado de forma enfática, al mismo tiempo que admitía una relación con el abogado Gómez que, a juicio de Snopek, no influye en su actuación como magistrada ni compromete en modo alguno su imparcialidad.

Sin embargo, el comentario fue suficiente, al parecer, para que Snopek experimentara, según sus palabras, «violencia moral» y decidiera excusarse, para aventar cualquier sospecha de parcialidad en el juicio contra Levín y los policías.

La resolución del tribunal que acepta la excusación destaca no obstante la «idoneidad profesional» de Snopek y deja a salvo, como no podría ser de otro modo, «su buen nombre y honor».