
El gobierno no ha aportado razones que justifiquen que los aborígenes (a los que denomina ‘originarios’, a pesar de que la Constitución provincial los llama 'indígenas') y los ‘criollos’ (una categoría étnica arbitraria, no recogida en ninguna norma legal) beban agua procedentes de pozos diferentes.
Lo que sí informa el gobierno es de la reunión del gobernador Sáenz con el representante de una fundación privada que trabaja en poblaciones aborígenes de la zona del norte de la Provincia.
Según la información oficial que el gobierno ha difundido a los medios de comunicación este mediodía, el señor Alejandro Dean, titular de aquella fundación ha pedido al Gobernador «gestión provincial para la construcción de un pozo de agua en la comunidad originaria de Las Llanas».
Al parecer, como el señor Dean no ha pedido al mismo tiempo la perforación de un pozo para los ‘criollos’ (quizá porque crea que con un pozo es suficiente para todos o quizá porque ignore a los pobladores que no son aborígenes), es que el gobernador Sáenz se ha conmovido y dispuesto paralelamente que «a través del Ministerio de Infraestructura inicie el proceso para la construcción de un nuevo pozo para la comunidad criolla de la zona».
Un poco para llenar el hueco del discurso, Sáenz ha dicho que «es fundamental» el trabajo en conjunto entre el gobierno y todos los actores de la sociedad y que “si trabajamos todos juntos, podremos brindar soluciones concretas para que los salteños puedan vivir mejor”.