Urtubey desmiente influencias indebidas y ocultación en el fatal accidente de su sobrino

El Gobernador de Salta ha convocado esta tarde a una rueda de prensa con el solo y exclusivo propósito de desmentir una información publicada por el diario El Tribuno, que había denunciado que el vehículo conducido por el fallecido sobrino de Urtubey consiguió eludir un control policial mediante el uso de indebidas influencias y que los policías que intervinieron en aquel control fueron objeto de sanciones y traslados.

Urtubey hizo referencia a un informe del Jefe de Policía en el que se niegan ambos extremos. En el informe -que no fue leído sino simplemente citado- se afirma que la noche en que ocurrió el accidente no se realizaron controles, ni fijos ni móviles, en el lugar por donde transitó el vehículo accidentado. Se afirma también que en ningún caso hubo traslados o concesión de licencias a policías.

«Es información totalmente falsa», dijo Urtubey, quien reconoció que en el lugar cercano al accidente, «hay todas las noches entre 15 y 20 controles», pero que en ese lugar concreto aquella noche no los hubo.

A continuación, el Gobernador de Salta hizo un anuncio que no puede calificarse sino de polémico. Dijo que pedirá a la Justicia que audite las llamadas telefónicas efectuadas por su fallecido sobrino Bautista, las de él y las del Jefe de Policía, «para que quede claro totalmente que no es mi versión de los hechos sino la realidad».

Urtubey no dijo en ningún momento que en el procedimiento judicial abierto a causa del accidente se hubiera puesto en entredicho su actuación personal en el suceso o la de su gobierno, ni tampoco dijo que él, o algún miembro de su familia, hubieran emprendido acciones judiciales contra el diario El Tribuno, por lo que su anuncio de que «pedirá» a la Justicia que audite (de la nada y por una simple difamación) sus teléfonos ha sido interpretado como una inadmisible utilización de los medios y los recursos judiciales para fines claramente particulares.

Tras el despiste, el Gobernador pidió respeto hacia el dolor de una familia, y aclaró que «como tío y padrino de Bautista», fue él quien se ocupó personalmente de todos los trámites.

Antes de someterse a las preguntas de los periodistas presentes, Urtubey -que apenas mencionó a la otra joven fallecida y que no tuvo una sola palabra para las familias de los jóvenes que permanecen graves en el Hospital San Bernardo- dijo que no hay nada que ocultar.

Casi sobre el final de la comparecencia y a preguntas de un periodista, Urtubey incurrió en otro desliz personalista al referirse «a mis políticas públicas», en vez de «a las políticas públicas del gobierno». En otro pasaje, igualmente infeliz, de su discurso, Urtubey dijo que «le pidió al Vicegobernador que se haga cargo de la gestión». Demás está decir que el Gobernador no tiene que «pedir» al Vicegobernador un reemplazo que está previsto en la Constitución.

La abrupta finalización de la rueda de prensa, debido a una pregunta inoportuna, privó a los periodistas presentes de conocer de boca del Gobernador (y circunstancial tutor del joven conductor) las razones por las cuales viajaban nueve personas en un vehículo de solo cuatro plazas y los resultados de las pruebas científicas practicadas a los cuerpos de los jóvenes fallecidos.