'Peacemaker' Rodríguez sienta en la mesa a Juventud Antoniana y a Central Norte

Mientras el gobierno nacional intenta por todos los medios a su alcance sacudirse la pesada mochila del fútbol, con sus quiebras encubiertas, sus negocios opacos y sus malquerencias, el gobierno de Salta no tiene inconvenientes en convertirse en empresario, patrocinante y favorecedor de los clubes en dificultades.

Y ahora -por lo que se ha visto ayer- también en amigable componedor, según se deduce de la reunión que han mantenido el Ministro de Gobierno, Juan Pablo Rodríguez Messina, con los presidentes de los equipos de fútbol más importantes de la ciudad: Central Norte y Juventud Antoniana.

Se podría decir que el ministro Rodríguez, desde que ocupa la cartera, ha dialogado bien poco con los dirigentes y partidos del arco opositor, pero en materia de fútbol prácticamente no le ha quedado tecla por tocar.

Después del raudo paso por Salta del primer equipo de San Lorenzo de Almagro, que se volvió a Boedo con un sustancioso cheque y un convenio de asesoramiento «sin cargo» para que funcionarios del Estado salteño le resuelvan sus problemas electorales, ahora ha sido el turno de los presidentes José Muratore y Héctor De Francesco, cuyos clubes enfrentan feroces disputas internas y externas.

En Salta existen cientos de asociaciones civiles con problemas muy graves que no tienen la suerte de estos señores de poder ventilar sus penas ante un representante del gobierno.

Haciendo uso de su instrumento favorito -la chequera- Peacemaker Rodríguez ha persuadido a los belicosos presidentes de que sus equipos disputen la Copa Amistad, en la que podrán también beber el amargo trago de la discordia.

Como ni Muratore ni De Francesco son intendentes municipales, fueron dispensados de posar con el ministro al lado de una gigantografía para jurar lealtades eternas, ayer a Scioli, anteayer a Kirchner, hoy a Macri y mañana a Tinelli.

Una vez que la política ha hundido sus garras en el fútbol, lo único que cabe esperar es que no vuelva a crecer nunca más el pasto en el estadio Martearena, porque donde pisa el caballo de Atila...