
A diferencia del Ministro de Gobierno, Eduardo Sylvester, que ha renunciado a su cargo en el mismo momento de anunciar su candidatura a diputado provincial, Posadas y Quilodrán no han dado este paso y permanecen aún en sus cargos públicos.
Mientras se piensan con tranquilidad cuál es el momento bueno para echar la renuncia, ambos funcionarios continúan devengando salarios y utilizando con demagógica magnanimidad las prerrogativas de sus cargos, entre los que se incluye los contactos de prensa y la lista de correos electrónicos de los organismos oficiales que dirigen.
La situación no es nueva en el llamado Frente Plural -partido al que pertenece Posadas- ya que en pasadas elecciones los representantes de este partido instrumental, parasitario del justicialismo, fueron los últimos en renunciar.
Posadas, un radical al servicio de los intereses peronistas, no será candidato por el Frente Plural, sino por un cuarto partido: el llamado Memoria y Movilización.
Cuando se publique en los manuales escolares de finales del siglo XXI la historia de las candidaturas políticas en Salta, los editores destinarán un volumen especial, de venta separada, solo para enumerar los diferentes partidos en los que ha militado el veleidoso e inquieto señor Posadas.