El diario El País de España sitúa a Lavagna y Urtubey ‘muy lejos de los dos favoritos’

  • Un artículo periodístico publicado ayer en el diario El País de España, con la firma del periodista Federico Rivas Molina, destaca el clima de crispación política de la Argentina a raíz de la creciente polarización entre las candidaturas de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
  • Elecciones presidenciales en la Argentina

Sin embargo, el pasaje más destacable de este escrito es el que afirma que «los puntos medios han desaparecido tras la diáspora de los peronistas no kirchneristas hacia alguno de los extremos electorales». Como ejemplos de esta diáspora se cita el nombre de Miguel Ángel Pichetto, senador nacional exkirchnerista, que hoy es el candidato a Vicepresidente de Macri, y de Sergio Massa, hoy aliado de Fernández, también con pasado kircherista, pero que durante una buena parte de su carrera intentó encarnar el peronismo insatisfecho con la política de los Kirchner.


Dice el artículo que «sólo ha quedado por libre el exministro de Economía Roberto Lavagna, timonel de la crisis de 2001, pero muy lejos de los dos favoritos».

Lo que no menciona el artículo es que tanto Lavagna, como su compañero de cartel electoral, el Gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey son también notables y notorios exkirchneristas. El primero sirvió al presidente Néstor Kirchner a reorganizar la economía nacional tras la debacle de 2001, y el segundo fue un firme aliado del matrimonio patagónico hasta las elecciones de 2015. Urtubey llegó incluso a desempeñarse como jefe de campaña de Daniel Scioli, el candidato kirchnerista que fue finalmente derrotado en las urnas.

El caso es que la polarización de la que habla el diario español no es una «polarización a tres», como vienen afirmando con cierta insistencia Lavagna y Urtubey en sus diferentes presentaciones. El artículo habla claramente de «dos favoritos» (Macri y Fernández) y, si bien El País no menciona ninguna encuesta ni aporta cifras, al que «va por libre» (Lavagna) no le asigna ninguna posibilidad de estar en la discusión. De hecho, aunque hasta hace pocas semanas Urtubey era candidato a encabezar una fórmula presidencial y presumía de grandes audiencias electorales en la zona más poblada del país, el artículo de El País no lo menciona ni una sola vez.

El artículo concluye con un sombrío pronóstico: «el escenario, sin embargo, puede cambiar drásticamente», dice. Y añade: «Argentina lleva ocho semanas de paz cambiaria gracias al dinero del FMI, el consumo ha dejado de caer sostenido por millonarios planes de incentivo y la inflación, ese gran karma argentino, muestra indicios de ralentización». Y no con optimismo precisamente, remata: «Si el peso se derrumba, el kirchnerismo crecerá en las encuestas y recuperará el brío electoral».

Evidentemente, el deterioro a corto plazo de las principales variables de la economía argentina es la apuesta más segura, no solo para los kirchneristas, hoy estancados en las encuestas, sino también para Lavagna y Urtubey, que esperan agazapados el tropiezo de cualquiera de sus contrincantes para intentar dar el zarpazo.

En los últimos meses, Urtubey, que últimamente gobierna la Provincia de Salta a través de un teléfono móvil, ha venido aprovechando las graves condiciones sociales y económicas que afectan a su Provincia para echar las culpas sobre el gobierno de Macri. El Gobernador y candidato a Vicepresidente de la Nación ha elegido esta estrategia sabedor de que los salteños -que son un poco más de 1.300.000 personas- desde hace más de veinte años vienen creyendo que todos sus males se deben al olvido y la postergación a que son sometidos por el gobierno nacional, mientras que las elites provinciales -las verdaderas responsables de la pobreza y el colapso social que vive Salta- se llenan los bolsillos y proclaman a cielo abierto su completa ajenidad respecto de los gravísimos problemas que aquejan a sus sufridos gobernados.