El sitio web cuartopodersalta.com.ar ha publicado recientemente la crónica de una reunión organizada en la ciudad de Salta por un grupo de políticos que se disimula bajo la fachada de un centro de estudios y cuyo objeto ha sido, al parecer, discutir sobre la reforma de la Constitución provincial.
La publicación a que me refiero dice que a dicha reunión han asistido «los hermanos Caro Figueroa», sin precisar en ningún momento sus nombres, sus profesiones o sus circunstancias personales.
Por tratarse de mis apellidos y coincidir casualmente con el hecho de que he opinado públicamente (y seguiré opinando, mal que le pese a algunos) sobre una eventual reforma a la Constitución y sobre los males que afectan al funcionamiento de diferentes instituciones del Estado, es que considero necesario aclarar, sin dilaciones, que quien estas líneas suscribe no ha asistido a dicha reunión y que tampoco ha sido invitado.
Esta aclaración persigue el propósito de evitar que personas bien intencionadas se puedan confundir por una simple coincidencia de apellidos, pero también me sirve para expresar que no comparto en lo más mínimo las ideas y los objetivos que animan a quienes han convocado la antedicha reunión y otras parecidas. Desde luego, quiero decir que, aunque estas personas me invitaran a participar, no asistiría.
No formo parte de ningún foro, grupo, partido, observatorio, fraternidad o secta, ni en Salta ni en ningún otro lugar del planeta. No participo en debates por decisión propia, y por el mismo motivo considero que no tengo hermanos, ya que entiendo esta palabra, no como una mera relación de parentesco, sino como un valor superior que lleva implícito un afecto especial y duradero, una lealtad inquebrantable y una íntima unión de voluntades, que, en mi caso, solo existen en relación a quienes siempre han respetado estos valores y forman, por ello mismo, parte de mi familia: mi esposa y mis tres hijos. Solo ellos están autorizados a hablar en mi nombre.
Invito a quienes están interesados en conocer mi opinión acerca de la Constitución de Salta y el funcionamiento de sus instituciones a visitar las páginas de este mismo sitio web y a leer el libro Paseos por Iruya, que he publicado recientemente y he tenido la ocasión de presentar de modo informal el pasado 14 de julio en la ciudad de París, en coincidencia con mi 60º aniversario.
Pido disculpas por utilizar este espacio para formular una aclaración que muchos podrían entender reservada a la esfera privada, pero que, en mi opinión, tiene una dimensión pública que cada vez se hace más evidente y que me gustaría -en lo posible- reforzar.
Luis Alberto Caro Figueroa
Galapagar, 23 de julio de 2018
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