Miguel Martín de los Milagros Machaca, héroe nacional de Salta

Scioli y Zannini han pasado por Salta para hacer una demostración de los alcances del nuevo Código Civil y para enseñarnos, a los ignorantes de estos valles, que la nueva ley permite cambiar no solo el orden de los nombres, sino también la denominación de las vírgenes y el estado civil de los héroes gauchos.

Alguien le debe haber dicho a Zannini que iba a arrancar una ovación del auditorio si nombraba a Güemes y otro tanto le debieron de decir a Scioli en relación con la Virgen del Milagro.

Los dos se equivocaron de largo y se hicieron una empanada mental que quedará para los anales del ridículo político. ¡Menos mal que la pareja no se candidatea para presidir la Academia Nacional de la Historia!

El vídeo de Zannini presentando «sus respetos» a Miguel Martín de Güemes y «a su mujer, Machaca», es el ejemplo más nítido e irrefutable del desdén antropológico del centralismo del puerto por la suerte y las circunstancias del hombre que habita las periferias.

El día en que Scioli y Zannini gobiernen, Salta será para ellos la tierra del cerro de los siete colores, la del «trencito» de las nubes (para que suban los chicos, ¿viste?), la de la Quebrada de Humahuaca, la de los indios vagando por la plaza o la tierra natal de Facundo Quiroga.

Volverán algún día para felicitarnos por nuestra ancestral devoción por la Virgen del Valle, por la belleza del Valle de la Luna, por el éxodo jujeño y por haber dado a la cultura nacional dos grandes creadores como Palito Ortega y Leo Dan.

Alabarán nuestros vinos mendocinos y jurarán no haber comido nunca unas empanadas con aceitunas tan ricas como las que comieron en Yerba Buena.

Tan acertadas como estas precisiones histórico-geografico-culturales serán sus políticas para estas tierras olvidadas.

Que Dios y la Virgen «de los Milagros» nos libren de que estos señores se encarguen de combatir el narcotráfico y de derribar aviones, como prometen. Con esa cultura tan fina que portan podrían provocar una tragedia en los cielos de la patria.