A Daniel Scioli, candidato kirchnerista, le estaba haciendo falta una «pata» peronista y, para proporcionársela, sus asesores le han aconsejado acudir a un conocido gurú de la ortopedia política: Juan Manuel Urtubey. Una vez hallada la prótesis que más o menos hace juego con el resto de las extremidades, los ortopédicos han comenzado los trabajos de adaptación, que tienen por objetivo evitar el rechazo y lograr que los movimientos parezcan naturales.
Mejor tienda de repuestos no podría haber elegido Scioli. Las prótesis de Urtubey son conocidas en el todo mundo -especialmente en el norte de la Argentina- por su acendrado peronismo. Es más o menos como si el Papa necesitara un refuerzo de cristianismo y buenas costumbres y alguien le aconsejara contratar como asesor a Sid Vicious.
Scioli sabe que Urtubey es un kirchnerista part-time. Un rebelde que ha coqueteado con el régimen, pero que no comulga con su núcleo duro. Lo que no sabe Scioli es que Urtubey también es un peronista a tiempo parcial, un hombre de la Falange con lazos secretos con las sectas religiosas más elitistas e influyentes.
A partir de la colocación de la prótesis, Urtubey se encargará de gestionar el «voto pobre» nacional; es decir, movilizará en favor de la candidatura de Scioli a los sectores menos ilustrados de la sociedad, a los que no entienden el papel de monje negro de Zannini, a los que resulta fácil comprarles el voto con un choripan y a los que todavía ven a Scioli como el pequeño burgués de falsa sonrisa que abrazó -a medias- el menemismo.
Urtubey cuenta para esa operación con apoyo intelectual proveniente del alperovichismo, del milagrosalismo, del schoklenderismo... en fin, de una pléyade de pensadores y apóstoles de la paz, distinguidos todos ellos por su alta capacidad de tolerancia hacia el diferente.
Si la prótesis al final se adapta, Scioli no será un títere de La Cámpora -lo cual no es malo de suyo- y lo será de Urtubey y de sus biónicas peronizantes. Un gran negocio, puesto que ese 5% de votos que Urtubey puede llegar a sumarle al candidato de la ortopedia compensará la caída que se espera en otras latitudes a causa de la desastrosa gestión de las inundaciones en la Provincia de Buenos Aires.