
Antes de demostrar cualidades como líder mundial y especialista consumado en «roscas», el Gobernador de Salta debería aplicarse a resolver los problemas que tiene por delante, porque una persona que -según los sueños delirantes de su Ministro de Gobierno- es capaz de influir como ninguna otra en la futura configuración política del país, seguramente ha de ser capaz también de solucionar problemas de mucho menor envergadura como la asfixia fiscal o el bloqueo financiero que padecen los productores agrícolas y ganaderos de su Provincia («qui potest plus, potest minus»).
Si de verdad, Juan Manuel Urtubey está «posicionado» y de él depende que el candidato bendecido por el aparato oficial gane las próximas elecciones presidenciales, es que poco le costaría hallar las soluciones para un conflicto que amenaza no solamente con poner en tela de juicio su compromiso con los problemas de sus comprovincianos sino también su (dudosamente legítima) esencia de gaucho.