Orgullo salteño: el puente Bailey de Los Toldos que comunica con Bolivia

  • Urtubey ha elegido despedirse bajo las pocas luces que genera su gobierno, escapándole a las sombras y a los desastres, que son más abundantes y que hoy caracterizan a su agonizante gobierno.
  • Contrastes en una tierra arrasada

En el tramo final de su mandato, el Gobernador de Salta intenta insuflar un poco de vida a su trabajo, adornando con tinsel y oropeles algunas de sus obras más intrascendentes, inventando cifras cada vez más inverosímiles y sacando pecho de los hechos más nimios, mientras la gran mayoría de la población de Salta se debate entre la precariedad y la improvisación.


Prueba de ello, es la reciente comunicación oficial del gobierno que da cuenta del «refuerzo» de un puente Bailey construido hace algún tiempo en territorio del Departamento de Santa Victoria, que comunica la localidad argentina de Los Toldos con la boliviana de La Mamora.

El gobierno se congratula hoy de haber construido «dos estribos de siete metros de profundidad, una pila central para el puente Bailey y 120 metros de defensas de protección del lado argentino».

Ni la obra ni su necesidad pueden discutirse en modo alguno. Lo que sí merece objeciones, y todas las posibles, es la precariedad de esta solución, pues el versátil puente militar, inventado durante la segunda guerra mundial, tuvo que ser construido debido a que el puente de hormigón que había en el lugar presentaba daños estructurales y debió ser clausurado.

La solución de Urtubey, por lo que se ve, no ha sido la de reconstruir o reemplazar el puente dañado, sino mejorar el sustento del puente militar provisorio, una respuesta que se parece mucho a la que hace años dio un conocido presidente del Instituto de la Vivienda de Salta a una mujer que había ido a su oficina a pedirle una casa, porque la suya estaba sostenida por cuatro puntales y amenazaba con caerse en cualquier momento. El funcionario respondió entonces: «Ponele otro puntal».

Si estas son las obras que disparan el «orgullo salteño», también podemos tirar cohetes cada vez que alguien parche un generador de energía atando los pistones con alambre o repare la turbina de un avión a reacción colocándole un tapón hecho con chicle Bazooka mascado.