El gobierno de Urtubey quiere ‘democratizar’ el eclipse

  • El gobierno provincial de Salta ha organizado una serie de charlas y actividades con ocasión del eclipse total de sol que ocurrirá el 2 de julio próximo y que podrá ser observado en la Argentina.
  • La astronomía y la política, unidas, como en tiempos de Aristóteles

Según la información oficial, el objetivo de estas charlas y actividades es el de «democratizar este hecho histórico y científico a través de la información».


Enorme tarea es la que se ha propuesto el Ministerio de Educación del gobierno provincial, ya que si algún fenómeno de la naturaleza es difícil de encauzar por carriles democráticos estos son los eclipses.

El gobierno ya ha conseguido, por ejemplo, que las inundaciones, los vientos de invierno y las tormentas de verano lleguen a todos. Ahora de lo que se trata es de acabar con los privilegios de aquellos que tienen acceso a radiografías viejas y que pueden observar el fenómeno de la alineación de los astros con cierta seguridad.

Otra de las formas posibles de «democratizar» el eclipse es lograr que cuando la esfera lunar se interponga exactamente entre el Sol y la Tierra, la silueta de nuestro satélite proyecte el retrato de los candidatos Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey.

Evidentemente, el gobierno provincial anda un poco escaso de imaginación democrática, y como ya ha logrado estupendos resultados en materia de igualdad de género e, incluso, de promoción de los derechos de los animales, ahora avanza en una igualación de la astronomía, para que todas las canicas que flotan en la galaxia sean del mismo tamaño y tengan la misma influencia sobre nuestra vida cotidiana.

La «democratización» del eclipse ya ha comenzado, pues, con un gran criterio científico, el gobierno ha informado que el fenómeno ocurrirá entre las 16.22 y las 18 horas del próximo día 2 de julio, cuando «por unos minutos la luna se ubicará delante del sol, oscureciendo el ambiente». Sería completamente antidemocrático, por tanto, que la luna se colocara detrás del sol, ya que un suceso imposible como este no tendría por efecto inmediato la oscuridad del «ambiente»; es decir, no se hará «de noche» en pleno día.

La contribución del eclipse a la consolidación de la democracia y a la difusión de sus valores será, pues, algo que dependa del capricho de la luna. Si se pone delante del sol, tendremos espectáculo y habrá democracia. Si se pone por detrás, asistiremos a un fiasco astronómico y a un fracaso inexplicable de nuestro sistema democrático.