Urtubey y un gobierno pensado para maquillar el declive

  • El desafío es uno solo: no dejar al Estado provincial en 2019 en una situación más calamitosa que la que dejó Romero en diciembre de 2007.
  • Cómo gobernar el crepúsculo

El Gobernador de Salta se parece mucho a esos estudiantes porros que en las últimas dos semanas del año pretenden hacer todo lo que no hicieron durante los diez meses precedentes y, al mismo tiempo, intentan convencer a sus padres y profesores de que, si todo termina bien, bueno habrá sido el largo periodo de sequía.


Pero en el caso del gobierno de Salta, su sequía intelectual y política dura ya diez años (y no diez meses), por lo que la nave del Estado ha tomado un rumbo muy difícil de enderezar ahora, sobre todo cuando el capitán sigue en su puesto y solo han cambiado algunos marineros.

De las primeras medidas (casi todas ellas de recorte) anunciadas por el nuevo equipo de ministros que acompaña a Urtubey en este otoño revuelto en el que ha entrado su gobierno, destacan tres cosas y solo tres:

1) Que el Gobernador ha debido renunciar -porque la realidad le ha forzado a ello- a las recetas tradicionales del peronismo estatista y dadivoso, que tuvo y tendrá como motor de su vitalidad el crecimiento exponencial del gasto y del empleo público. Es decir, el «macho alfa» del peronismo lugareño, el campeón de la «inclusión» ,no ha tenido más remedio que sacar a pasear su vena más conservadora y ortodoxa en materia económica y comienza ahora una etapa de calculada exclusión.

2) Que Urtubey ha enterrado el federalismo reivindicativo y la presunta autonomía de la Provincia de Salta, que ocuparon un lugar central en su discurso populista, al justificar el «ajuste» que se propone llevar a cabo en las cuentas públicas, no en una decisión libre y «soberana» del gobierno provincial, sino en una especie de imposición del presidente Macri. Al final, si hay recortes en Salta, la culpa será de Macri y no de Urtubey, por haber administrado la Provincia con los pies desde el año 2007. El indómito caudillo provincial que quería ser Presidente de la Nación, al final ha tenido que doblar las rodillas frente a un poder central reforzado en sus convicciones.

3) Que Urtubey no ha hecho sino volver al conservadurismo romerista, del que pareció apartarse durante buena parte de sus dos primeros mandatos, solo para aparentar ser parte del «establishment» kirchnerista y para congraciarse con los sectores más radicalizados que apoyaron al anterior gobierno. Lo demuestra el hecho de la supresión -largamente deseada, por otra parte- de la nefasta Secretaría del Área Metropolitana, una oficina fantasma que el propio ministro Marcelo López Arias ha tenido que salir a reconocer que había sido creada solo para tocarle las narices al intendente Gustavo Sáenz.

Fuera de estas tres cosas solo habría que destacar que la fase declinante del gobierno de Urtubey es preocupante por dos detalles más:

1) La situación procesal del principal mentor financiero y sentimental de Urtubey (el banquero Jorge Horacio Brito), complicado por las derivaciones del famoso caso Ciccone.

2) La sorprendente declaración del ministro Yarade, al reivindicar la política económica de Juan Carlos Romero (de la que él fue en alguna medida inspirador), tras diez años de denuestos, insultos y descalificaciones organizados por Urtubey y sus incondicionales; no solo hacia el gobierno anterior (1995-2007) sino hacia la persona y la honra del exmandatario, vilmente atacado y tachado de delincuente y narcotraficante por Urtubey, antes de que un sospechoso abrazo hiciera que ambos «olvidaran el pasado» y fueran archivadas las causas penales.

Hombres y mujeres de paja

¡Y de gran paja!

Los designados por Urtubey (excepto quizá Yarade y López Arias; el primero por diablo y el segundo por viejo) no saben que el venerado jefe que les ha honrado con una cartera del Estado los está utilizando como escudos humanos para salvar su propio cuello (el del Gobernador, por supuesto).

A diferencia de otros que afortunadamente son pasado (Loutaif, Marocco, Pace, Cansino, Juárez Campos, Gregorio Caro, Diez Gubau, Calletti, Posadas, López Arias hijo y algunos más que en su día se creyeron que se podía atar los perros con longaniza), los nuevos no podrán tirar manteca al techo; al menos no con tanta alegría como lo hicieron sus predecesores en el cargo. El gobierno ha decretado el abrupto final del turismo funcionarial al extranjero con cargo a las arcas del Estado. Ahora si toca viajar, que sea a Cachi, a visitar el ovnipuerto.

Los nuevos han llegado para «macrificar» y «macrificarse»; es decir, para atender el día a día de sus respectivas carteras con un presupuesto espartano, al que el señor Yarade le meterá tijera casi a voluntad, para agradar el gobierno de Macri, que por lo menos tuvo la decencia de decir que las cosas iban mal cuando para Urtubey y Parodi iban fantásticamente bien.

Las cuentas del Estado no cierran hoy como no cerraban hace un año y medio, cuando Parodi salió a buscar oxígeno en el extranjero, pregonando la buena salud financiera de la Administración que por entonces dirigía.

Pocos -excepto quizá Iruya.com- denunciaron entonces que el descalabro financiero de Salta, bajo el mando de Urtubey, era ya una realidad poco menos que irreversible.

Los nuevos ministros -como lo fueron los anteriores- no serán ellos mismos, porque ninguno (ni el diablo Yarade ni el diablillo López Arias) tienen la talla suficiente para buscarse un lugar en donde brillar con luz propia. Todos, quien más quien menos, serán gregarios de Urtubey y lo acompañarán, más o menos lealmente, en su despedida del poder temporal. Porque es sabido que cuando todo este juego haya terminado, Urtubey buscará tomar por asalto los cielos.

El desafío es uno solo: no dejar al Estado provincial en una situación más calamitosa que la que dejó Romero en diciembre de 2007. Y para eso hay una sola receta: volver a las esencias romeristas, con los mismos hombres (Yarade, por ejemplo), y despejarle el camino a Sáenz, que emerge por el momento como la única garantía de que el régimen conservador-populista que atenaza a más de un millón de salteños desde hace casi 34 años siga gozando de los privilegios del poder y bloqueando el acceso a las decisiones democráticas de una gran mayoría de salteños.

Lecturas recomendadas

Los siguientes artículos fueron publicados en este mismo sitio web. Su lectura pone de manifiesto que mientras Urtubey y sus ministros decían que todo iba bien en Salta, que las cuentas públicas estaban saneadas y que nuestra situación económica era boyante, la realidad indicaba todo lo contrario.

* Verdades a medias sobre el viaje de Urtubey a los Estados Unidos

* Parodi informa sobre el estado general de la Provincia a la Cámara de Diputados

* Controversia sobre los salvavidas financieros de Macri a Urtubey

* Los mercados vuelven a castigar a Urtubey: Chubut se financia a tasas inferiores que Salta

* Otro 'revés' financiero para Parodi: España se ríe del Brexit

* Montaje fotográfico a las puertas del Credit Suisse en Nueva York

* La 'tasa Parodi', casi el doble de la deuda de la República Dominicana

* Urtubey llama 'éxito' al haber obtenido solo el 85 % del dinero que buscaba

* Parodi saca pecho de la calificación de 'bono basura' de la deuda salteña

* El gobierno de Urtubey anuncia que al fin colocó los bonos de deuda salteña

* El canciller 'in pectore' que fue desairado por los mercados

* Parodi y Gomeza, los colocadores de bonos más lentos del mundo

* Parodi y Gomeza, los valijeros mayores del reino

* Los clientes más selectos del Credit Suisse

* 'Vení, hacemos que hablamos en la puerta del banco y nos sacamos la foto'

* No al endeudamiento del gobierno sin control democrático de la gestión económica

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