Cyndi Pam is back

  • Afortunadamente solo fue un susto. La Ministra de Derechos Humanos y Justicia del gobierno de Salta disfruta de una envidiable mala salud de hierro política, y tras un breve periodo de descanso frente a los focos, vuelve con las energías renovadas, para deleite del mundillo de la diversidad sexual de Salta.
  • De regreso a la lid
Bastó para que desde estas mismas páginas se insinuara que la Ministra de Derechos Humanos y Justicia había salido -temporalmente- del centro de la atención mediática, para que el gobierno acudiera de inmediato a su rescate, como el de una princesa atrapada por un malvado conde en lo alto de una torre medieval.

Horas después de que la reportásemos como «adolescente desaparecida», Cintia Pamela, que vestía blusa blanca con alforzas y falda negra de tipo tubo al momento de dejar de frecuentar los lugares comunes que solía, volvió sana y salva a la escena política; para efectuar una operación barrido en los altos mandos del servicio penitenciario y para entregar certificados a unas activistas (y unos activistos) que trabajan para ella.

De ningún modo se podía permitir que entre tanto candidato (casi 14.000, algunos de ellos feos de solemnidad) el gobierno prescindiera de uno de sus rostros más fotogénicos. Por eso, el entrenador desde su sitial gritó: ¡Pam, a la cancha!

Y Pam volvió. No solo a las páginas oficiales sino también a los diarios que coquetean con el poder. ¡Que nadie diga que una luminaria como ella está en las sombras o que anda de capa caída!

Aunque alguna vez frente a la mala baba del feminismo más visceral se haya visto a la ministra hacer pucheritos (nunca se supo con certeza si aquellas mujerazas la estaban repudiando o reputeando), lo cierto es que su personalidad -forjada en las proximidades del ascetismo- está esculpida en granito, de modo que se toma con soda las especulaciones mediáticas sobre su desaparición o, incluso, su renuncia.

Ella ha vuelto por sus fueros (no los parlamentarios en este caso) para reivindicar el colorido papel que en su oficina representan Juli, Pía y Fede. El orgullo LGTBIQ ha impuesto en la jornada de hoy un asueto mental en el ministerio que Pam dirige, que ya venía un poco flojo de actividad desde hace un tiempo, debido a que el ya mentado entrenador procedió a descomprimir su escandalosa situación, declarando urbi et orbi que la masacre de mujeres en Salta es una «cuestión cultural».

Los amantes de esta cultura tan edificante celebran el regreso de Pam, tanto como el día de Juli, de Pía y de Fede. Que sean todos y todas muy felices y felizas.