Salta y La Pampa se asocian para informatizar la miseria

  • La Provincia de La Pampa anuncia que utilizará tecnología de Salta para combatir la pobreza. El anuncio se efectúa casi simultáneamente a la difusión del último informe del PNUD que sitúa a Salta entre las provincias más atrasadas y pobres del país.
  • Un partnership bastante particular
Según el reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, las provincias de La Pampa y Salta ocupan los puestos 18º y 21º, respectivamente, en el ranking nacional de desarrollo humano, elaborado a partir de la aplicación del llamado Índice de Desarrollo Sostenible Provincial.

A pesar de ello, dos de las provincias siete provincias más pobres del país se han asociado para luchar contra la pobreza, según se desprende de un despacho de prensa del gobierno provincial de Salta que afirma que el Ministro de la Primera Infancia de esta Provincia acordó con la Ministra de Desarrollo Social de La Pampa ejecutar «una prueba piloto en La Pampa con el modelo de gobernabilidad que propone el gobierno de Salta para fortalecer su lucha (la de La Pampa) contra la pobreza».

No es posible saber en estos momentos si la señora Paula Alonso, titular de la cartera de Desarrollo Social del gobierno provincial pampeano, conocía, al momento de suscribir el acuerdo, que la Provincia de Salta tiene -a pesar de su «modelo de gobernabilidad»- unas cifras de desarrollo humano dignas de los países más atrasados del planeta.

Si lo sabía, no cabe sino darle a la señora Alonso y a los pampeanos una cálida bienvenida al «orgullo por ser pobre», que destilan las actuaciones voluntaristas del Ministerio de la Primera Infancia de Salta, que dirige con empeño digno de mejor causa el contador Carlos Abeleira.

No se sabe tampoco si el «modelo de gobernabilidad» que acaba de comprar la Provincia de La Pampa comprende el despliegue en el territorio de una conocida secta religiosa, que controla y eventualmente bendice los movimientos asistencialistas del omnipresente ministro Abeleira.

Dice la comunicación oficial del gobierno de Salta, que La Pampa busca vincularse con Salta, no por sus buenos resultados, sino por recomendaciones de otras provincias y también del gobierno nacional. En ningún caso dice que la recomendación haya partido de los pobres de Salta.

Según la ministra Alonso, Salta «posee un plan desarrollado en profundidad», de modo que su objetivo (el de la ministra) es que en La Pampa también se utilice y aplique la tecnología para luchar contra la pobreza, «de la misma manera que hace el gobierno de Salta».

Es de suponer que al decir «de la misma manera», la ministra asume también el riesgo de que los resultados sean los mismos, o incluso peores.

Mucho más realista, su colega salteño ha dicho: «el concepto es seguir incorporando actores que tengan la misma visión, no debemos quedarnos solos como Estado sino incorporar universidades, organizaciones de la sociedad civil, las iglesias, el sector privado y la gente en todo este proceso. Porque si el problema es común para todos, por ende la solución también será el resultado de la unión de todos. Así cada vez estaremos más cerca de tener mejores resultados, entendiendo que cuando abordar la pobreza es trabajar a largo plazo y apuntando a las nuevas generaciones».

Se ve que el 0,464 otorgado a Salta por el PNUD no ha hecho la menor mella en el optimismo del ministro salteño, que a este ritmo, tiene asegurado que su exitoso «modelo de gobernabilidad» será conocido en profundidad por las próximas veinte generaciones de salteños.