El orgullo patriótico enfrentado a la dignidad humana

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Al revés de lo que sucede en las dictaduras, en las democracias resulta más difícil ocultar los atropellos a la dignidad humana. Más difícil, pero no imposible, como lo demuestra la fotografía adjunta, que ha sido publicada en el diario El Tribuno de Salta, al que agradecemos.

Una de las formas que tienen los tiranos disfrazados de demócratas de hacer tragar a los ciudadanos las más grandes afrentas a su dignidad como personas es poner por delante de los atropellos el sentimiento patriótico, recurriendo para ello a los símbolos nacionales.

Legalmente, estos símbolos tienen una utilidad muy limitada (representan la unidad de la Nación), de modo que su uso tranquilamente puede considerarse ilegal cuando los símbolos, que representan a todos y a todos cobijan por igual, son utilizados por el gobierno para dar cobertura moral a sus actos más demagógicos y para manipular los sentimientos de las personas.

Fijémonos un minuto en la solemne fealdad de los «módulos habitacionales» que el gobierno de Urtubey ha entregado a personas desfavorecidas de la localidad de La Merced y reflexionemos si, de verdad, estos cubículos son respetuosos de la dignidad humana que consagra nuestra Constitución.

No es cuestión de decir que las cápsulas que entrega el gobierno son mejores o más higiénicas que las precarias viviendas que poseían antes sus moradores. No hay dudas de que algún avance representan. Pero lo que hay que pensar es si un ser con apariencia humana y su familia pueden llevar una vida normal en lo que a todas luces parece una parodia de casa.

Cualquiera que se anime a llamar con el nombre de «vivienda» a este montón de bloques de hormigón apilados estará negando la verdad: que detrás de la entrega de estos «módulos habitacionales» se esconde una condena eterna a la pobreza y a la marginalidad social.

Dos detalles

El primero es arquitectónico. ¿A quién se le pudo haber ocurrido colocar como iluminación exterior de la vivienda un foco de bajo consumo sin protección, enroscado a un portalámparas no preparado para la intemperie?

Un hondazo certero, una tormenta de granizo o una lluvia oblicua no solo pueden dejar al cubículo sin luz hacia afuera sino también provocar un tremendo cortocircuito.

El segundo es patriótico. A la Municipalidad de La Merced no pudo ocurrírsele mejor idea que colocar en frente de la casa unas cintas patrias que hagan juego con el diseño minimalista de la vivienda.

Las cintas son ridículas (dicho sea con el debido respeto hacia lo que los colores representan) y más todavía lo son por estar atadas a unas minúsculas varillas hechas con hierro del 8, de las que utiliza la Municipalidad que dirige el intendente Pérez para señalizar los socavones que se producen en el pavimiento.

El valiente que se haya atrevido a cortar estas cintas, a inaugurar la casa y a entregársela a su nuevo morador, debe haber pasado el calor de su vida, pues no todos los días se agravia a la condición humana de los demás de una forma tan sarcástica y humillante.