Ministros sueltos, avise a los animales

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La clásica señal caminera que advierte a los conductores de la posible presencia de animales en la calzada merece ser sometida a un examen profundo por parte de los especialistas en la materia.

Si se tiene en cuenta que ya no es posible dar aviso a la Policía de animales sueltos, pues son los policías los primeros en sufrir las consecuencias de vacas y caballos sueltos, habría que pensar en una aplicación para teléfonos inteligentes que señalara en un mapa el probable recorrido de los vacunos, lo cual sería de una gran utilidad para la Policía, que así podría esquivarlos.

Lo que está un poco más complicado es detectar la presencia de ministros en las rutas, otro peligro público.

Pero como el gobierno está cada vez receptivo a las demandas ciudadanas (especialmente desde que Urtubey regresó de París), es probable a que las camionetas en que se desplazan los funcionarios les pueda ser colocado un chip para que facilitar que sean rastrados por satélite y su ubicación comunicada inmediatamente a las vacas asilvestradas.

Así, los animales podrán salir al encuentro de los ministros, cerrarles el paso, chocarlos de frente, o, incluso, interpelarlos por algún asunto de actualidad o algún escandalete de corrupción.

Si, como sucede en Salta, las vacas tienen más poder que la Policía, es lógico suponer que el poder vacuno puede, incluso, atreverse con los funcionarios más poderosos.