
En declaraciones que hoy recoge y publica el diario El Tribuno de Salta, la legisladora denuncia que existe en esta Provincia una «camarilla judicial», y que ella, desde su puesto, ha visto a algún candidato a juez hacer figurar como antecedente formativo el haber tenido «participación en el Fortín de Gauchos Macacha Güemes».
Si bien la legisladora muestra su sorpresa, antes de insinuar su disconformidad, olvida que entre el Gobernador (que propone y designa a los magistrados de la Provincia) y los gauchos existe un vínculo jurídico de indudable trascendencia institucional.
Hace casi un año, la entonces Ministra de Justicia del gobierno de Salta, señora Cintia Pamela Calletti, firmaba con el presidente de la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes (algo así como una federación de fortines gauchos) un pomposo convenio de colaboración recíproca en virtud del cual el gobierno y los gauchos se comprometían a cooperar en la «investigación en cuestiones de interés común».
Hasta la esclarecedora revelación de la senadora Cerrano no se sabía con certeza cuáles eran las áreas de interés común entre el gobierno y los gauchos. Ahora, por fin, los salteños saben que los fortines que agrupan a gente de a caballo están -con el permiso de la CONEAU- en condiciones académicas de entrenar a los futuros magistrados de la Provincia.
Aún no se sabe muy bien qué aprenden en los fortines los futuros candidatos a jueces, fiscales, asesores y defensores públicos, pero se sospecha que este aprendizaje no está vinculado a la cimba de lazos o la curtiembre de guardamontes, sino a la aplicación del Derecho y a la impartición de justicia, materias ambas que los gauchos, en su inveterada autarquía funcional, dominan a la perfección.
Con el reglamento del Consejo de la Magistratura en la mano no se ha podido establecer con certeza cuántos puntos en el baremo de antecedentes reporta para un candidato a magistrado el haber participado en un fortín de gauchos y el dominio de las artes ecuestres. Pero si tal previsión reglamentaria no existiera habría que crearla, para que de una sola tacada de sumen 20 puntos al legajo del candidato, por el solo hecho de haber desfilado a lomos de un caballo en las fiestas patrias.
Nada mejor para un futuro juez o jueza de la patria que acreditar que lleva, como se dice vulgarmente, «el poncho bien puesto».