Carlos Paz no es promotor de espectáculos de variedades ni productor de televisión sino Defensor del Pueblo de la Municipalidad de Cerrillos, en la Provincia de Salta.En tal calidad, el señor Paz ha formulado ante el Fiscal Federal del territorio una denuncia penal contra la vedette Vicky Xipolitakis por un presunto delito de menosprecio a los símbolos nacionales, previsto y reprimido en el segundo párrafo del artículo 222 del Código Penal argentino.
Pero el señor Paz no ha sido -según parece- el único ofendido por la audaz foto de la vedette con algo parecido a una bandera argentina rodeando las partes bajas de su desnuda anatomía. Otros ciudadanos con idéntico sentido del patriotismo, de la moral y recato nacionales también han formulado denuncias similares en diferentes puntos del país.
Ahora, varios jueces federales de distintas jurisdicciones territoriales pugnan por llevar a la atractiva y mediática 'griega' ante sus estrados, en lo que se insinúa como la cuestión de competencia más erótica de todas las que se producen en la Justicia Federal argentina.
La jurisdicción universal salteña
Aún no se conocen los fundamentos filosóficos y procesales en los que Carlos Paz basa su pretensión de que Xipolitakis siente su plástico trasero en un banquillo salteño, pero fuentes solventes aseguran que la tesis del Defensor del Pueblo de Cerrillos se basa en el hecho de que la bandera fue jurada en Salta en 1813 y que Belgrano copió sus colores del cielo del salteñísimo Valle de Lerma. Ambos argumentos anulan completamente el principio de territorialidad del Derecho Penal, cuya vigencia supera ya los cinco siglos.Paz defiende también la «desfederalización» de los microultrajes a los símbolos patrios y, teniendo en cuenta de que se trata de delitos excarcelables y redimibles por «probation», considera que la competencia para juzgarlos corresponde al Juez de Paz (lego) de Cerrillos y, en última instancia, al comisario de la localidad.
De prosperar la primera de las tesis de Carlos Paz, Xipolitakis y su acompañante deberán trasladarse a Salta (a ser posible, esposados, para evitar nuevas demostraciones indecentes) y prestar declaración ante el Juez Federal Nº 1 de esta ciudad, señor Julio Leonardo Bavio. De prosperar la segunda, 'la griega' deberá desembarcar directamente en Palo Marcao y montar en la jardinera del lechero Cruz.
Por si se produjera este histórico hecho -que superaría en trascendencia a la presencia del propio Belgrano en territorio salteño- Paz ya ha reservado asientos en la sala de audiencias del Juzgado Federal e instruido a su abogado para que solicite a la imputada que reproduzca ante el juez, el fiscal, los letrados presentes y el denunciante su ultrajante gesto de envolverse desnuda en la bandera celeste y blanca.
Mientras tanto, en Moscú...
El Vicegobernador de Salta, Andrés Zottos, que por estos días asiste en la capital rusa a un encuentro interparlamentario de la ortodoxia, pidió a los asambleístas de varios países del Este de Europa una declaración de solidaridad con la Argentina en su contencioso con los fondos buitre.Ahora, según se comenta, solicitará también en nombre de la concordia panhelénica otra declaración solemne del parlamento ortodoxo, pero esta vez de simpatía con la alegre envoltura banderil de la Xipolitakis, con el argumento de que en realidad no se trataba de una bandera sino de un «pareo de playa». Un pareo que 'la griega' -que, según Zottos, no está pirada, como dicen- pensaba usar en el Pireo.
¡Que lo pareo!