
Según esta información, el joven pidió el teléfono a su pareja con el pretexto de actualizarlo, pero sin embargo aprovechó para instalarle una aplicación espía con geolocalización que le avisaba de la posición del terminal telefónico, así como las llamadas y mensajes de su propietaria.
La persona perjudicada sospechó cuando empezó a notar que la batería del móvil duraba pocas horas, ante lo cual optó por denunciar los hechos.
El joven detenido ha admitido los hechos y el teléfono espiado ha sido intervenido por la autoridad a fin de que sea examinado por personal del Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos.
Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción número 1 de Burgos, si bien no consta que el joven detenido haya pasado a disposición judicial.
Fuente: elmundo.es