Una decena de trabajadores iniciaron una huelga de hambre como parte de un plan de lucha para lograr mejorar las condiciones laborales en una de las dependencias municipales con más exposición pública. Los trabajadores de Tránsito protestan por la falta de recursos, como vehículos, ropa de trabajo o material de oficina, el mal estado de los edificios donde trabajan y el retraso en el pago de los turnos extra.
La paralización de la Policía de Tránsito amenaza con afectar gravemente la seguridad de los desplazamientos durante los días de la Novena del Milagro, en los que normalmente se produce un gran despliegue de agentes en las calles.
Un portavoz de los huelguistas ha revelado que el equipamiento con que cuentan los agentes de tránsito no solo está caduco sino que además es insuficiente para una ciudad de las dimensiones de Salta. La dependencia municipal solo dispone de cuatro camionetas, dieciséis motos y tres grúas. Más de la mitad de este material se halla fuera de servicio por fallas mecánicas.
Según el portavoz de los afectados, ninguna autoridad municipal se ha interesado hasta el momento por la situación, por lo que el conflicto tiende a agravarse con el correr de las horas.