La capitulación de Urtubey frente a Greenpeace coincide con la exaltación de Güemes

  • A pesar de que el gobierno de Urtubey se ha bajado los lienzos frente a Greenpeace, sus activistas siguen los acontecimientos a cara de perro.
  • Rendición sin honores
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Habría que preguntarse si el primigenio «abanderado de los humildes» (el General Güemes) se habría rendido con tanta facilidad ante sus enemigos y arriado humillantemente sus banderas, como en estos días lo ha hecho su «sucesor» (en el cargo y en la gloria) Juan Manuel Urtubey ante los activistas de Greenpeace.


Si ayer Urtubey traicionaba a sus admiradoras «pro vida», a sus compañeros de escuela parroquial y a las tradicionales comulgadoras de Salta con su adhesión al «protocolo abortista», los traicionados de hoy son los gauchos (todavía socios de su gobierno), amigos incondicionales de la extensión continua de la frontera agropecuaria.

La foto que ilustra estas líneas, y que ha sido publicada por el gobierno de Salta, es un poema. En ella se ve al ministro Bergman con el mismo gesto ecuánime y congelado de esos sabios hebreos que, sin que les tiemble una ceja, administraban justicia frente a partes adversas y podían mandar a cortar cabezas o arrancar uñas, según la gravedad de la ofensa.

También se ve a una sonriente y solícita ministra Paula Bibini, que intenta por todos los medios a su alcance agradar a sus interlocutores (si no es con palabras y razones, al menos que sea con una sonrisa), y, en frente de ella, a los bulldogs de Greenpeace, que parece que se hubieran sentado a negociar con el mismísimo Lucifer.

Es evidente que a esta gente no hay colectivo que los deje bien.

Después de que los ambientalistas denunciaran por activa y por pasiva las salvajes políticas de Urtubey contra el medio ambiente de su propia provincia, que se encadenaran a las topadoras que ejecutan desmontes en el chaco salteño, que colgaran de los edificios de la Diagonal Norte una gran pancarta con la imagen de Urtubey sentado sobre un inodoro y que invitaran al público y al clero a firmar manifiestos en contra del Gobernador de Salta, ahora resulta que los greenpeace's boys son los invitados estrella del gobierno provincial a la gran mesa servida en torno a la flamante Agencia de Protección Ambiental de Salta.

A juzgar por la cara de inodoro de los activistas en esta foto, es como si les hubiese invitado a cenar unas costillas de yaguareté asadas con leña del monte nativo.

No está muy claro si Greenpeace entrará por el aro y cederá finalmente a los encantos de Bibini. Tal vez los activistas perseveren en su estrategia de acoso al Gobernador de Salta y esperen que otro le sustituya en el cargo para asumir responsabilidades en relación con la grave situación de los bosques nativos provinciales.

Estos expertos en vida silvestre saben mejor que nadie que el zorro (no así el Sargento García) pierde el pelo pero no las mañas, y temen que esta invitación sea un caramelo envenenado para dejarlos abrochados a la campaña presidencial de Urtubey, a quien en 2019 quieren ver en cualquier lugar menos en la Casa Rosada.

Y si el circunspecto rabino consigue superar la traición del propalestino Chiqui Tapia y obra el milagro de arrancarles una sonrisa a los de Greenpeace en relación con los desmontes de Salta, el arzobispo Cargnello ya puede ir pensando en encargarle al juez Catalano una reforma del Nuevo Testamento por sentencia de la Corte Ad Hoc, pues demostrado está que los que entienden del asunto son los que redactaron el Antiguo Testamento.

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