
No es que el terreno insalubre se hallara en villa Desolación, allí donde asoman los flecos del poncho del diablo. El terreno en cuestión estaba (todavía está, aunque ahora un poco mejor) a pocas cuadras de la Plaza 9 de Julio, en la avenida Sarmiento 752.
En este lugar, trabajadores municipales han procedido a limpiar y acondicionar un baldío que ya había sido notificado en diciembre del año 2016 por no encontrarse en condiciones y generar perjuicios en los vecinos a causa de la presencia de roedores e insectos.
Según un funcionario municipal, la Ordenanza 13.562 faculta a la Municipalidad a entrar en los terrenos baldíos y realizar allí tareas de saneamiento. Una vez limpio y desinfectado, la factura de los trabajos se cargan en la cuenta del dueño, abierta en el Tribunal de Faltas, ya que el importe de las tareas se suman a la multa que impone este tribunal a los propietarios remisos.
En esta ocasión, la Municipalidad ha justificado la irrupción de sus trabajadores en el baldío en el hecho de que la estructura del frente (llamarla estructura es toda una exageración, puesto que era de chapa) se cayó y provocó con ello un peligro para vecinos y transeúntes.
Debido a que el propietario fue requerido con anterioridad para que pusiera en condiciones el terreno, el Tribunal de Faltas -que por estos días estrena juez- impondrá al causante de la debacle una multa por reincidencia.
La Municipalidad recuerda finalmente que se puede denunciar los terrenos baldíos en mal estado llamando al 0-800-777-4400, por Whatsapp al 3874410105 o en el destacamento policial de la zona.