La procesión con las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, veneradas especialmente desde los terremotos que sacudieron la zona el 25 de agosto de 1948, partió el sábado del templo mayor de Metán a las 17, encabezada por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, quien estuvo acompañado por el presbítero de Metán, Carlos Castillo. Más de diez mil fieles recorrieron las principales arterias de esa ciudad del sur salteño y a las 19 retornaron al templo, donde la feligresía renovó el tradicional Pacto de Fidelidad con sus Santos Patronos Tutelares y se realizó una misa concelebrada que clausuró la fiesta religiosa.
El Monseñor Cargnello y el presbítero Carlos Castillo hicieron especial hincapié en la importancia de la familia como catequista y verdadera transmisora de la fe, y en la necesidad de ser "cada vez mejores personas" y respetar "la Ley de Dios", a la vez que rescataron la trascendencia de las fiestas patronales en los pueblos, que sirven para "recuperar las raíces".