
En una solicitada hecha pública en medios gráficos Urtubey sostuvo que heredó una situación de inequidad social, que su gobierno no peca de ingenuidad y alertó sobre la existencia de intereses desestabilizantes en algunas de las protestas que se producen en el interior. Al respecto, Saravia afirmó: El gobernador quiere desconocer un pasado notorio en la gestión de Juan Carlos Romero y busca ocultar responsabilidades propias. Si quisiera revertir el esquema debiera comenzar por expulsar de su entorno a quienes fueron los ministros y funcionarios del régimen al que atribuye defectos y del que también fue parte. Ingenuos fueron los salteños que votaron un cambio y se dieron con la triste realidad de que fueron engañados.
El mandatario anticipó que la justicia será la encargada de poner límites a la protesta social, a cuyo efecto dará su apoyo. Entiendo que Urtubey debiera abstenerse de sugerir o dar apoyo a un poder que queremos que sea independiente. Si existen delitos en el marco de las protestas, éstos deben investigarse. Pero no se puede amenazar con criminalizar los mismos reclamos que la dirigencia del Frente para la Victoria apoyaba en la campaña de 2007 y, a la vez, presionar a jueces para mantener impunes a los funcionarios que apoyan al oficialismo. La mayoría de las reacciones ciudadanas encuentra causa en promesas incumplidas y el cansancio de peregrinar en el Centro Cívico ante funcionarios indiferentes o simplemente incapaces finalizó Saravia.