
Ningún país del mundo ha reconocido, por ahora, al nuevo gobierno de Nicaragua, excepto la Iglesia Católica, que no es un país por cierto, pero que tiene todavía y a pesar de todo lo que ha sucedido en estos países, una gran influencia sobre la política.
Pero mientras Micheletti se tambalea, la situación del depuesto presidente Zelaya no parece ser mejor de la de quien lo ha desalojado por la fuerza del poder. El presidente depuesto se encuentra en el vecino país de El Salvador, lugar en el que la aeronave que lo transportaba desde Washington ha debido de tomar tierra, al serle negada la autorización para hacerlo en el aeropuerto internacional de Tegucigalpa.
Mientras tanto, el "grupo de soporte", integrado por el presidente Lugo, el presidente Correa y la presidente Kirchner tampoco han podido llegar a la capital hondureña, pues Micheletti -dueño de un carácter más bien agrio- ha anunciado que no iba a permitir que ningún presidente continental lo presionara.
Estas declaraciones coinciden con los rumores que dan cuenta de movimientos de tropas nicaragüenses hacia territorio hondureño, un extremo que acaba de ser negado por el propio presidente Daniel Ortega.
Mientras tanto, el presidente de Venezuela Hugo Chavez ha vuelto a reiterar su apoyo al depuesto presidente Ortega, y vuelto a esgrimir el minúsculo ejemplar de la Constitución Venezolana, para anunciar que el "ejército bolivariano", al "servicio de la patria y del socialismo", hará lo que tenga que hacer, al tiempo que ha exhortado a los militares hondureños a que depongan su actitud.
A la tensa situación internacional se suma el frente interno, que es donde el orondo Micheletti parece estar perdiendo la batalla, ya que miles de hondureños se encuentran concentrados en las proximidades del aeropuerto y las fuerzas de seguridad que responden al gobierno ilegal se muestran incapaces de contenerlos.
Entre los activistas externos y los internos, parece levantarse un clamor unánime en contra de Micheletti, como diciéndole: "Yo no sé para qué hace usted un golpe de Estado si no tiene comodidades".