Godoy insiste en que está mejor preparado que nadie para ser diputado nacional

A la proverbial modestia del diputado Vittar, que mucho antes de ser postulado por el gobernador para ocupar el cargo de juez de la Corte de Justicia ya había aceptado, por activa y por pasiva, un cargo para el que "naturalmente" se considera preparado, se une ahora la humildad del presidente de la Cámara de Diputados, don Manuel Santiago Godoy, que ha salido al ruedo para anunciar que "lo lógico" es que los salteños lo elijamos diputado nacional en las próximas elecciones. Godoy escucha inmóvil el discurso de su antiguo jefeA Godoy le ha bastado con mirar a su alrededor para convencerse de que no hay mejor candidato que él para ocupar un escaño en la cámara baja del Congreso Nacional, y por qué no también, hasta para presidirla.

"Soy de las personas más preparadas para estar en el ámbito legislativo; incluso tengo más capacidad que los actuales", dijo Godoy en un pico de recato republicano. Aún no se sabe nada qué han dicho "los actuales" sobre tamaña descalificación.

No debe ser fácil la vida de una persona tan autoconvencida de sus propias capacidades. Es más; o el señor Godoy ha vivido una experiencia cuasimística como la aparición de Rousseau o algo por el estilo, o es que tiene instalado en amplio despacho un espejo, como el de la madrastra de Blancanieves, que todas las mañanas lo convence de su propia belleza y de su sobrenatural capacidad para el servicio legislativo al Estado.

Godoy ha dicho también que "tiene perspectivas claras de postularse como candidato a diputado nacional", lo cual, dadas su polivalencia partidaria y su habilidad para ejercitar las "lealtades sucesivas", no tiene por qué negársele.

Incluso sería muy bueno que Godoy resultara efectivamente electo diputado nacional, no tanto para satisfacer su vanidad, sino para que el ejercicio de una responsabilidad diferente, en un contexto sumamente competitivo y plagado de acechanzas varias, ayude a convencer a nuestro incombustible legislador de que hay algunas actividades en la vida para las que no sólo se requiere una autoconfianza personal a toda prueba. A veces es necesario aprender, con humildad y ser bueno y competente de verdad.