
Tras el alejamiento de los magistrados Ricardo Lona, Hugo Mezzena y Ricardo Munir Falú, el tribunal había venido funcionando con jueces subrogantes, de modo que con la designación de Rabbi Baldi Cabanillas el tribunal se integrará, por primera vez en muchos años, con sus miembros titulares: Roberto Loutayf Ranea, Jorge Luis Villada y Luis Rabbi Baldi Cabanillas.
El gobierno nacional había enviado el año pasado el pliego del abogado salteño y exjuez federal en Jujuy Horacio Aguilar, pero luego optó por retirarlo ante el rechazo explícito del Colegio de Escribanos y de Abogados de Jujuy, y de los senadores jujeños que pretendían la designación de un comprovinciano.
Escudero expresó su satisfacción por la normalización de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, en especial, teniendo en cuenta que la Justicia Federal atraviesa una situación delicada en la provincia, con el Juzgado Nº 1 vacante y el Tribunal Oral Federal abarrotado de causas, con un solo juez en funciones. De los restantes miembros, uno se acogió al beneficio jubilatorio, en tanto que José Solá Torino se encuentra suspendido por el Consejo de la Magistratura, y enfrenta un jury para su destitución.
Declaraciones de Rabbi Baldi Cabanillas
Al ser entrevistado en audiencia pública por los senadores de la Comisión de Acuerdos del Senado, un par de semanas atrás, Rabbi Baldi Cabanillas hizo, también, algunas consideraciones sobre la situación de la Justicia Federal salteña. Dijo que no era una isla dentro del panorama de la justicia nacional, especialmente en el fuero federal.
En tal sentido, explicó que hay serios problemas en lo que respecta al espacio físico, la superpoblación de las cárceles federales, y la falta de recursos humanos: pese al aumento en la litigiosidad siguen trabajando con el mismo personal desde su creación. En el 2004 había menos de 250 causas en el fuero federal, hoy tienen más de 700, precisó.
Por otra parte, también se refirió sobre la intención del gobierno nacional de despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal, sugirió hacer un análisis casuístico de los casos (sic), sobre las circunstancias que los rodean, para determinar si se inscribe en un acto privado o si, por el contrario, afectan a la moral y al orden público o si perjudican a un tercero.