La Municipalidad de Salta y el Intendente Isa podrían ser objeto de juicios multimillonarios

A sólo 50 metros de aquí, un servidor municipal comete delitos contra los vecinos. Ni Isa ni Montaldi lo ven, pero podrían llegar a responder judicialmente por estos dañosLa Municipalidad de la ciudad de Salta y el intendente Miguel Ángel Isa podrían ser objeto de cuantiosas reclamaciones judiciales (civiles y penales), si los responsables de hacerlo no corrigen a tiempo los abusos y los delitos que cometen los "cobradores de estacionamiento" del centro de la ciudad. Como es sabido, la Municipalidad de Salta y la "Intendencia Isa" (que pretenden ser lo mismo, pero a efectos procesales pueden ser sujetos diferentes), delegan el cobro del estacionamiento callejero en personas de bajos recursos, a quienes, en principio, el Estado municipal beneficia con la distribución de las famosas "boletas" y la asignación de determinadas cuadras.

Se trata de una práctica más de "políticas públicas" para combatir la pobreza. Pero en sus buenas intenciones, la Municipalidad (esto es, el ejecutivo municipal más el Concejo Deliberante) no son capaces de controlar, en absoluto, la aptitud de los cobradores para ejercer su tarea. No nos referimos a una aptitud jurídica nominal, sino a una práctica relacionada con la capacidad de estos sujetos para ejercer, de forma delegada, la percepción de un impuesto de carácter público.

¿Ha controlado alguna vez la Municipalidad el estado de salud mental de los cobradores de estacionamiento?

Un conocido estudio jurídico de Salta tiene instrucciones de llevar a Isa y a la Municipalidad a los estrados judiciales por la responsabilidad civil subsidiaria que se deriva de los hechos delictivos que algunos de estos cobradores cometen en el espacio ciudadano en perjuicio, no sólo de la Hacienda pública, sino en contra de los vecinos, de sus bienes y de sus propiedades.

El caso más flagrante está sucediendo a escasos 50 metros de la colorida Dirección General de Tránsito de la ciudad. En la céntrica calle San Juan, a la altura del 100, entre Santa Fe y Catamarca, la persona que cobra el estacionamiento (un hombre mayor, con sus facultades mentales visiblemente alteradas), viene cometiendo, silenciosa pero sistemáticamente, un sinnúmero de atentados contra los vehículos, las viviendas aledañas y sus moradores.

Este hombre está dañando, sin motivo aparente para ello, los autos y las viviendas. Deambula armado de una especie de punzón con el que provoca serios daños a la pintura y a los neumáticos de los coches. Se sospecha también que con la misma herramienta (y la misma impunidad) daña la pintura de las fachadas y de las puertas de los vecinos residentes.

Los vecinos presumen que por sus condiciones mentales, este hombre, podría no ser penalmente responsable de sus actos, así como que resulta muy evidente su situación de insolvencia para hacer frente a las indemnizaciones que se derivan de sus atropellos. Sin embargo, consideran que ni la Municipalidad ni sus lúcidos gestores podrían escapar al largo brazo de la justicia, ya que su responsabilidad (política y patrimonial) es poco menos que ineludible.

Los abogados de los afectados han podido establecer que se están produciendo en Salta un sinnúmero de situaciones relacionadas con la actuación de estos cobradores y que una vez que se reúnan todos los antecedentes y toda la prueba, procederán contra el Intendente y los funcionarios municipales responsables del área. Por supuesto, esperan que -sin necesidad de juicio- la Municipalidad reaccione rápidamente y, para evitar males mayores, proceda a relevar inmediatamente de su cargo al dañino anciano de la calle San Juan, y a estrechar los controles sobre estos sufridos pero, a veces, irresponsables, servidores de los ciudadanos.