Fernández de Kirchner, Cobos, Angela Merkel y Steinmeier

Después de presenciar la lección magistral de tenis que Juan Martín Del Potro impartió frente a uno de los mejores tenistas de la historia, el control remoto me llevó a sintonizar el debate preelectoral entre la canciller alemana Angela Merkel (Unión Cristiano Demócrata - CDU) y su vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores Frank-Walter Steinmeier (Partido Socialdemócrata de Alemania - SPD). Steinmeier, Merkel, Kirchner, CobosPara quienes no están al tanto de la política alemana, doña Angela Dorothea gobierna en coalición con el SPD, de modo que su contrincante en las próximas elecciones es también un miembro de su gobierno que, en este caso, ocupa el cargo de vicecanciller, una especie de vicepresidente.

Llevando las comparaciones a un extremo, el señor Steinmeier es a la señora Merkel lo que el señor Cobos lo es a la señora Kirchner, al menos, desde el punto de vista puramente institucional.

Merkel, dueña de una dulce y azul mirada y portadora de una arrolladora simpatía personal, se enfrentó en el debate a un Steinmeier sonriente, cordial pero implacable.

Lo más curioso de este espectáculo político es que, a pesar del evidente declive de los dos grandes partidos tradicionales de la Alemania de posguerra, ningún seguidor del CDU ha acusado al señor Steimeier de "bastardear el cargo de vicecanciller", por oponerse a la jefa del gobierno al que pertenece.

Nadie ha dicho en Alemania que el señor Steinmeier "carece de ética por reunirse con la oposición", porque él -que forma parte del gobierno- se enfrentará al CDU en las próximas elecciones y es normal aquí reunirse con una oposición o con decenas de ellas sin que tal cosa sea vista como una traición o como una monstruosidad política.

Digo esto a propósito de las feroces críticas que está recibiendo en la Argentina el vicepresidente Cobos, cuya lealtad a la presidenta Kirchner es (o debiera) ser igual a la que Steinmeier guarda respecto de Merkel. Teniendo en cuenta el carácter presidencialista del sistema de gobierno argentino y el parlamentarista del sistema alemán, da casi igual que el señor Cobos (perteneciente a la UCR) haya concertado una alianza con la señora Kirchner (perteneciente entonces a un partido parajusticialista, aunque ahora es, o dice ser, justicialista) antes o después de las elecciones.

Conclusión, que si Stenmeier puede, Cobos también, sin incurrir ni en bastardeos institucionales ni en infracciones a imaginarios deberes morales.

Por cierto, uno de los primeros deberes éticos de un político cualquiera es el de dialogar con los opositores y pactar con ellos las veces que haga falta. Steinmeier es un ejemplo, para Cobos y también para la señora Kirchner y sus incultos (políticamente hablando) incondicionales.