
Y si llamativa es la denuncia que involucra a Fernández de Kirchner en una presunta malversación de caudales públicos, mucho más extravagante es la que le acusa del delito "usurpación de títulos y honores", por una simple sospecha de que la candidata no habría concluido regularmente sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata.
En España casi nadie duda de la profesión ni de los títulos de sus principales líderes políticos; prácticamente todo el mundo da por hecho que el presidente Zapatero es licenciado en Derecho y profesor de Derecho Constitucional, así como Mariano Rajoy es Registrador de la Propiedad o Gaspar Llamazares es médico.
En la Argentina sólo falta elevar la utilización de un título universitario que no se posee al rango de "delito de lesa humanidad". Lo llamativo es que los agraviados por las supuestas "usurpaciones" no son generalmente los que poseen titulaciones legítimas, sino los que, deseando poseerlas, nunca han podido finalizar una carrera universitaria. Lo que llaman la "ilusión de igualar hacia abajo".
Más seria, sin dudas, es la denuncia que ante el juzgado federal nº 7 patrocinan Ricardo Gil Lavedra, Andrés D'Alessio y Julio Strassera (ex jueces y fiscal, respectivamente, del tribunal que en los ochenta juzgó a las juntas militares).
La denuncia tiene por objeto investigar si la candidata oficialista incurrió en uso irregular de los fondos públicos, infringió el código electoral y la ley de financiamiento de los partidos políticos. Según los denunciantes, la aspirante a suceder a su marido en la Casa Rosada podría haber incurrido en los delitos de malversación de caudales públicos, apropiación indebida y sobornos.
El Mundo afirma que los denunciantes señalaron los frecuentes viajes que Cristina Kirchner realizó últimamente a diversos países de Europa, a Estados Unidos, México y Ecuador y Chile, acompañada de un 'ejército' de funcionarios, fotógrafos y periodistas, en aras de instalar la imagen de que da la talla de una figura política con roce internacional, que se fotografía junto a los presidentes y líderes políticos de todo el mundo.
Además plantearon a la Justicia electoral que establezca si el presidente Kirchner incumple la ley al incitar a los argentinos a que voten a su esposa. "En forma reiterada, ha solicitado el apoyo a la candidatura de la senadora Cristina Fernández, induciendo al voto, en abierta violando al artículo 64 quater del Código Electoral Nacional", argumentaron los tres juristas.
"La norma establece que en época de campaña, la publicidad de los actos de gobierno no podrá contener elementos que promuevan la captación del sufragio a favor de ningún candidato" y se quejaron por "la actitud proselitista del Presidente, que a cada acto oficial que concurre lleva a su esposa y pide al público que la voten".
No obstante ello, el denominado por la prensa bonaerense "matrimonio presidencial" pasa de esas críticas. Hoy mismo se presentó en un acto proselitista en la ciudad de Chivilcoy, provincia de Buenos Aires. Y en un gesto inédito, Kirchner se abstuvo de hablar y cedió la palabra a su esposa. "Voy a hacer de presentador, voy a presentar a Cristina que va a ser presidenta de todos los argentinos", anunció entre risas.