
Cual legionaria abatida, la presidenta argentina dijo al mundo aquello de "rien de rien" (nada de nada) y que, incluso, se atrevería a insistir con la polémica resolución 125, que trajo consigo cuatro meses de conflictos con el campo, un nivel de crispación política inédito en la democracia argentina y pérdidas cuantiosas, entre las que cabe mencionar la brusca caída de los indicadores de popularidad de la primera mandataria.
Haciendo caso omiso al dicho popular que "rectificar es de sabios" la presidenta prefirió mostrar otra vez a la prensa internacional su imagen de "dura", mientras que, en la trastienda, las operaciones de su vanguardia política indican que el gobierno busca, casi desesperadamente, un nuevo rumbo que le permita llegar a 2011 sin los sobresaltos que han desdibujado la gestión de la presidenta desde sus mismos inicios.
Fernández de Kirchner anunció también que no habrá más cambios en su equipo gubernamental, el que considera cerrado tras la marcha de su exjefe de Gabinete (que lo fuera también de su marido) Alberto Fernández.
La prensa internacional -invitada a una conferencia presidencial argentina después de casi 5 años- especula hoy con que todavía quedan "muchos Fernández" en el gobierno argentino. Pero no se está refiriendo al número de altos funcionarios con ese apellido sino a un puñado de responsables políticos a los que se señala como inductores de la crisis, como el polémico secretario de comercio Guillermo Moreno.
Los medios también han criticado la explicación de Kirchner sobre la impopular iniciativa de las "retenciones móviles" que la mandataria conceptualizó como "un mecanismo institucional para la redistribución del ingreso". Los más críticos han recordado que sólo se trató de una iniciativa de recaudación carente de cualquier equidad redistributiva, como pretende la presidenta. Señalaron también que si la batalla librada por Fernández de Kirchner durante los pasados siete meses fue una lucha "por la redistribución del ingreso", a estas alturas pocos dudan en la Argentina y en el mundo que la presidenta ha perdido este combate de forma estrepitosa.
En el peor de los mundos, dice Gerardo Morales
Estamos en el peor de los mundos", dijo el senador jujeño Gerardo Morales, de la UCR. La presidenta no hace más que "ratificar lo peor de su gobierno: la manipulación de las cifras del INDEC, a Guillermo Moreno y al tren bala. Pero a la vez niega la inflación, la crisis energética y los problemas fiscales. Tampoco se hace cargo de la inseguridad y elude la responsabilidad que le cabe al gobierno por la falta de políticas preventivas del delito, entre otras.
Morales dijo que después de más de 4 meses de una absurda crisis provocada por la tozudez del gobierno y frente las respuestas negadoras de la Presidente, la única salida es más Congreso libre y mayor Justicia independiente.
Los legisladores de cualquier partido y los jueces de cualquier instancia, no deben tener miedo en su labor porque ante un gobierno que mantiene su sesgo autoritario, que queda mas claro incluso en las palabras de esta tarde, la mayor institucionalidad se alcanzará con poderes realmente independientes y respeto real a la Constitución Nacional, finalizó Morales.