Cabe recordar que el artículo 57 de la Constitución Argentina establece que el vicepresidente de la Nación, en su carácter de presidente del Senado, no tendrá voto "sino en el caso de que haya empate en la votación". Es decir, que el vicepresidente Cobos no disfruta de un voto de calidad en sentido estricto, sino que sólo se habilita constitucionalmente su derecho/deber de votar en caso de que registre un empate en el cómputo de los votos de los senadores. Si esta circunstancia se produjese, el vicepresidente no podría, por ejemplo, abstenerse, por cuanto su deber es el de desempatar.Al haberse registrado un empate a 36 votos, Cobos votó entonces por el rechazo al proyecto del Poder Ejecutivo, en una decisión que se insinúa como el principio de una crisis institucional de imprevisibles consecuencias.
"Que la historia me juzgue. Pido perdón si me equivoco. Quiero seguir siendo Vicepresidente", señaló Cobos, antes de fijar su posición definitiva. Cabe recordar que a pesar de las especulaciones en uno y otro sentido, el eventual voto del vicepresidente era, en realidad, una incógnita, pues Cobos había evitado definirse públicamente antes de la votación.
"Creo que la Presidente de los argentinos me va a entender, porque no creo que sirva una ley que no dé la solución a este conflicto", dijo también Cobos, convertido anoche en el inesperado protagonista de la jornada.
La sesión del Senado comenzó alrededor de las 10:30, media hora después de lo previsto y se extendió por más 18 horas, hasta las 4:30 de la madrugada. Tuvo asistencia perfecta: los 72 legisladores de la Cámara alta pasaron por el recinto y todos votaron.
Tal como estaba previsto, los tres senadores por Salta (Sonia Escudero, Juan Carlos Romero y Juan Agustín Pérez Alsina) votaron en contra de la iniciativa gubernamental. A última hora de anoche se especulaba con la posibilidad de que la senadora Escudero avalara con su voto el proyecto oficial, pero la realidad ha desmentido con rotundidad estas especulaciones.