
Aunque sea por este detalle tan desagradable, no se puede negar que Urtubey se ha puesto a la altura de los líderes europeos en cuanto a lo que algunos llaman la "ética de las aeronaves del Estado". Urtubey también las utiliza como si fueran extensiones de su propio cuerpo, y hace del hecho de volar en ellas un acto virtualmente fisiológico.
Pero hay pequeñas diferencias y matices. Como aquí nadie da puntada sin hilo, los hombres que mandan sobre las máquinas no sólo las utilizan ellos, para las funciones previstas en las leyes y también para su propio beneficio, sino también para beneficiar a los amigos y a los correligionarios. Berlusconi por lo menos prestaba los aviones italianos con fines lúdicos, por no hablar de juerga y de desenfreno. Urtubey, que ya tuvo algún pequeño dolor de cabeza al ceder el avión provincial para que unos radicales amigos suyos pudieran acudir al entierro de Alfonsín, al parecer, los presta ahora para la campaña del Partido Justicialista de Salta.
Un muerto
Ni en Italia ni en España faltan aviones y medios de socorro. Berlusconi podría utilizar la mayor cantidad de aviones para llevar a todas las callejeritas del este de Europa, que en Italia nadie se quedaría sin auxilio por falta de aviones o de helicópteros. Otro tanto sucede en España, que si algo tiene de envidiable son unos servicios de socorro y rescate aéreo de primer orden mundial.
Sólo en Salta puede suceder que los dos helicópteros de que dispone la Provincia "estén fuera de servicio" por haber sido utilizados por los candidatos Yarade, Junco y Romero para trasladarse, entre otros puntos, a Apolinario Saravia (ver Nuevo Diario de hoy).
El caso es que el periplo aéreo del trío diputacional de Urtubey impidió -al parecer- que los helicópteros pudieran emprender la búsqueda del montañista Alejandro Pérez, que permaneció cuatro días perdido en los cerros de San Lorenzo, los primeros dos de los cuales no pudo ser buscado por aire al encontrarse las aeronaves "en mantenimiento" tras ser utilizadas por el Partido Justicialista de Salta.
Como se sabe, Pérez fue encontrado el día jueves 4, pero ya nada pudo hacerse para salvarle la vida. La hipótesis de Nuevo Diario es la de que si los helicópteros hubieran podido operar normalmente los días lunes 1 y martes 2 de junio, se podría haber evitado la tragedia.
Es evidente que será muy difícil de establecer la existencia de un estricto nexo causal entre el uso del helicóptero por los candidatos oficialistas y la muerte de Pérez, pero lo que no cabe en ninguna cabeza es que las aeronaves de la Provincia puedan ser destinadas alegremente al uso del Partido Justicialista de Salta que, para empezar, no gobierna en Salta de forma oficial, y, que se sepa, no tiene ningún privilegio respecto de las restantes fuerzas políticas.
De confirmarse la efectiva utilización de los helicópteros por los candidatos de Urtubey, lo que se espera es un comunicado conjunto de repudio de todas las fuerzas políticas, más una denuncia ante el Tribunal Electoral de la Provincia.
¡Por cierto! Este repudio partidario tiene que estar 'encabezado' por el propio Partido Justicialista de Salta y con la firma de su presidente Juan Carlos Romero. Si el señor Romero no repudia estos hechos como lesivos de los principios de igualdad ciudadana frente a las elecciones públicas, sabremos finalmente si sus 'discrepancias' con Urtubey son reales o si simplemente son una cortina de humo para ocultar un vergonzoso pacto de impunidad entre ambos.