Romero presenta el balance de doce años de gobierno, sin mencionar ni la pobreza ni el bienestar

El gobernador Juan Carlos Romero presentó hoy en el Centro de Convenciones de la Casa de Gobierno un balance de su dilatada gestión al frente del ejecutivo provincial. El gobernador exhibe orgulloso el cheque de Wimbledon que acredita la buena salud de caja de las cuentas públicas salteñasDos indicadores económicos positivos constituyeron el eje de la presentación de Romero: el crecimiento económico de la Provincia "por encima de la tasa total" del país y el superávit de las cuentas públicas en 2007.

Las cifras aportadas por Romero provienen de estudios de dos conocidas instituciones privadas. En concreto, “El desempeño socioeconómico de Salta 1995 – 2007” fue elaborado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) y “Evaluación de la situación económica y fiscal de Salta” coresponde al Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL).

El gobernador atribuyó el diferencial de crecimiento económico de la Provincia al "desarrollo de nuevos productos y servicios" y valoró de forma positiva que 2007 haya sido el sexto año consecutivo en que la Provincia registra superávit fiscal. Para Romero, son buenas las perspectivas de "sustentabilidad fiscal" sin que se prevea complicaciones a futuro y "con un fondo para la estabilización para crisis de $ 200 millones, equivalente a dos nóminas salariales".

Algunos sectores críticos de la gestión económica de los doce años de gobierno de Romero han cuestionado la "visión parcial" de la realidad económica que ofrecen los estudios en que se apoya la presentación de Romero. Para estos sectores, el crecimiento económico no se ha traducido en mayor bienestar, ni en una mejora apreciable de los salarios ni del empleo. "El del crecimiento es un argumento búmerang" sostienen los críticos, que ven en la difusión de estas cifras una confirmación de que la gestión económica del gobernador se ha centrado en el desarrollo de un "capitalismo de amigos". "Con un sistema fiscal regresivo y un sistema laboral que redistribuye inequidad, el mayor crecimiento ha ido a engrosar las cuentas de unos pocos agentes económicos cercanos al poder", afirman.

No han faltado tampoco críticas al superávit fiscal, al que han calificado de "superávit de caja" que "ha paralizado la capacidad del gobierno de efectuar correcciones, de tomar decisiones" y que se produce en base a "un aumento del gasto público, financiado con impuestos distorsivos".