Al cumplirse 33 años del secuestro y desaparición del exgobernador Miguel Ragone, se realizó un acto en recuerdo de su memoria que tuvo por escenario a la localidad de Cerrillos y por protagonista al gobernador Urtubey.La fecha del 11 de marzo señala también el 36º aniversario del triunfo del Partido Justicialista en las elecciones generales de 1973, en las que resultó electo el fallecido exgobernador.
Urtubey ratificó la condición de martir de la democracia del exgobernador Ragone, en medio de apelaciones a la memoria, a la lucha y a la victoria, conceptos que recuerdan los discursos de campaña del exgobernador, que solía despedir a su auditorio con un "hasta la victoria siempre, compañeros".
El actual gobernador convocó a los presentes a pasar el día con júbilo para festejar el lugar que Miguel Ragone ocupa en la historia, porque es el tiempo el que ubica en su justo lugar a los grandes hombres. El mandatario salteño recordó que el 11 de marzo se celebraba como el día de la institucionalidad peronista, por eso no al azar escogieron esta jornada de 1976 para transformarlo en una fecha de dolor.
El acto contó con la presencia de Fernando Pequeño, nieto de Ragone, uno de los principales críticos de la inercia judicial en el proceso penal en el que investiga el secuestro, la desaparición y el asesinato de su abuelo. No obstante la presencia de Pequeño, el gobernador Urtubey exaltó los "significativos avances" registrados en aquella causa penal, en la que -recordó- la Provincia, a través del Ministerio de Justicia, es querellante.
Lo más extravagante del acto realizado en Cerrillos fueron sin dudas las palabras del intendente Corimayo, que anunció la construcción en el lugar de una plazoleta en recuerdo de Ragone, la que calificó como espacio para la memoria, la verdad y la justicia. Resulta oportuno recordar que Corimayo -el hombre de la memoria- no acompañó a Ragone ni un solo minuto durante la campaña electoral de 1972-1973, ni en Cerrillos ni en ninguna otra localidad del Valle de Lerma.